El presidente de los empresarios de Ourense matiza que "aún es pronto para tomar una decisión"
José Manuel Pérez Canal, presidente de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), no descarta subir un escalón y presidir la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), en sustitución de José Manuel Fernández Alvariño, cada vez más cuestionado. El propio Pérez Canal, que mantuvo hasta el último momento su apoyo a Alvariño, ha cambiado su discurso y se suma a las patronales de Lugo y A Coruña, abiertamente enfrentadas al presidente.
La CEO reunió ayer a última hora a su comité ejecutivo para explicar la crisis que vive la patronal gallega, que todavía no ha aprobado sus cuentas y cuyo presidente ha perdido autoridad ante sus compañeros del resto de las provincias gallegas. Fue precisamente al finalizar este encuentro cuando José Manuel Pérez Canal manifestó su intención de ocupar el puesto de José Manuel Fernández Alvariño: "Si tengo apoyos, no descarto postularme para la presidencia de la CEG".
Pese a que matiza que "todavía es pronto para tomar una decisión", sí avanza que de algunos contactos que ha mantenido con sus colegas de otras provincias se desprende que "todos piden que haya caras nuevas al frente de los empresarios de Galicia".
Da por hecho Pérez Canal que sus compañeros de la CEO le apoyarían para optar a la presidencia, un estímulo que también podría llegar por parte de los empresarios de las organizaciones de A Coruña y Lugo, "incluso de Pontevedra", la única provincia que se ha convertido en el único bastión que le queda a Fernández Alvariño.
En espera de que se concreten esos apoyos, todavía hay varios trámites que superar. En primer lugar, la convocatoria de elecciones. La junta directiva de la CEO de ayer noche instó a que se convoquen los comicios, aunque Alvariño ha tomado ya decisiones a este respecto. Decidió convocar a su comité ejecutivo y junta directiva para el día 24, precisamente tres días antes de la fecha que habían elegido los críticos para convocarla. La convocatoria auspiciada por Alvariño entraña la convocatoria de un proceso electoral que, según cálculos de Pérez Canal, no se producirá antes de dos meses.
