ALFONSO SOBRADO PALOMARES

“Los periodistas
 tendrán que volver a los lugares donde se produce la noticia"

Autor de " Siempre llega la noche. Momentos estelares de medio siglo de periodismo” 

Alfonso S. Palomares acaba de publicar su último libro, "Siempre llega la noche", en el que repasa su extensa trayectoria profesional. Esta tarde, a las 20,15 horas, en el Centro Cultural de la Diputación, hablará sobre ello dentro del Foro La Región.

Medio siglo de periodismo, ¿qué le ha aportado?

Pues muchas experiencias, una colección de personajes, de sentimientos y el haber estado en focos y con personajes que tuvieron una influencia decisiva en la segunda parte del siglo XX.

¿Se ha arrepentido alguna vez de haber elegido esta profesión?

En absoluto. Me pareció siempre estimulante, apasionante en todos los momentos de mi vida. Era como una entrega de novela de suspense, en la que no sabía lo que iba a suceder al día siguiente, con encuentros internacionales, nacionales. Además, me tocó esa época tan cambiante de la Transición, que pude ver desde los camerinos. Volvería a ser periodista otra vez.

¿Algún personaje le marcó?

Cada personaje ha tenido una incidencia diferente. El que tuvo más incidencia fue el primer presidente de Argelia, Ben Bella, con quien mantuve después una gran amistad. Y después, Felipe González .

¿Se quedó con ganas de conocer a...?

A Nelson Mandela. Tenía una cita en Londres con él y tuvo que marcharse. No pudo ser nunca el encuentro.

¿Se puede hacer periodismo sin periodistas?

No. Aunque hay quien piensa así, creo que eso sí que se superará y habrá alguna plataforma o empresa que vertebre todo lo que llamamos periodismo, que es la síntesis vertebrada de la información con credibilidad y veracidad. Los periodistas tendrán que volver a los lugares donde se produce la noticia, hablar con la gente y dar esa frescura. Eso le dará vigor y fuerza a la noticia y volverá a estar en valor.

¿Nos hemos divorciado de la sociedad?

Sí, lo cierto es que hay un cierto divorcio por muchas razones. Una de ellas es la crisis que padecen algunas empresas y que han repercutido en los periodistas. Hemos perdido credibilidad, sin ninguna duda.

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