La Guardia Civil invitó a algunos vecinos a abandonar sus casas

A Peroxa estuvo en vilo para apagar las llamas

Los vecinos de varios pueblos y parroquias de A Peroxa vivieron un fin de semana marcado por la lucha contra el avance de las llamas -incluso desde las propias casas-, que se acercaron peligrosamente, en la tarde del sábado, a Avadín, Pacios, Ladredo, Barrela, Rabacido, Outeiriño y Sestelo. Aunque la Guardia Civil invitó a algunos vecinos a abandonar sus domicilios, no hubo desalojo y el fuego no llegó a las casas.
El municipio estuvo en alerta uno, según señalaba Medio Rural, durante más de 16 horas, iniciándose el fuego a las 13,00 horas del día 15 en una zona 'donde ya se habían producido otros focos de incendio en ocasiones anteriores', según señaló el alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane. En el caso de este fin de semana 'no se pudo contar con los medios de otras veces', según reconocía el regidor, 'al haber varios fuegos en la provincia'.

Seoane, que afirmó que 'hay una mano negra, porque hemos tenido 25 focos en 10 días y algunos a cinco metros uno de otro', afirmó que 'en un principio tuvimos el fuego controlado, pero a eso de las cinco de la tarde se produjo un golpe de viento que avivó las llamas hasta amenazar poblaciones como Avadín, Pacios, Ladredo o Barrela', apunta el alcalde de A Peroxa. El peligro llegó a ser tan extremo que los vecinos 'tuvieron que ayudar desde las casas con mangueras o con lo que fuera', asegura Seoane.

Todavía en la mañana de ayer, hubo que construir un cortafuegos en torno a Barbeitas y Derdelle ante la cercanía de las llamas, aunque ya por la tarde, los núcleos habitados del municipio estaban fuera de peligro, a pesar de que el fuego permanecía activo en el interior. En las labores de extinción se encuentran trabajando tres agentes, ocho brigadas, cinco motobombas, una pala, un helicóptero y tres aviones, además de efectivos de la UME. Hasta el momento, se han quemado 200 hectáreas de monte.

Te puede interesar