La caída de rocas golpeó a una furgoneta cuyo conductor resultó herido leve
El derrumbe de un talud en la carretera N-120 (Logroño-Vigo) sobre las 07,00 horas de ayer -previsiblemente por los efectos de las sucesivas borrascas- la dejó cortada al tráfico rodado por espacio de más de tres horas. El derrumbe de piedras y tierra se produjo en el punto kilométrico 551.5, ya en el término municipal de Nogueira de Ramuín, poco antes del desvío de Os Peares.
Resultaron afectados por el suceso un turismo, sin heridos, y una furgoneta, cuyo conductor resultó herido leve.
La contundencia de los restos caídos sobre la calzada obligó a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico a establecer el desvío de los turismos que transitaban por esta N-120 a la antigua carretera de Os Peares.
Los vehículos de larga dimensión -camiones y tráileres- se vieron obligados a permanecer detenidos ante la imposibilidad de circular por la carretera alternativa ofrecida a los turismos, hasta que los servicios de mantenimiento, que contaron con la ayuda de una pala excavadora, pudieron abrir parcialmente la N-120 al tráfico. Fue en torno a las 10,00 horas cuando quedó abierto el carril en sentido Ourense, regulando el paso alternativo el personal de mantenimiento. A las 14,15 horas de ayer se declaraba libre para la circulación de todo tipo de vehículos la carretera en ambos sentidos.
