POLÍTICA

Personal, obras, presupuestos y urbanismo desafían a DO y PP

Jácome se impone en el inicio del curso político avanzar con el centro de IA y el parque acuático

Tras la resaca electoral y el verano, una época en la que el ritmo de la administración se ralentiza, la ciudad de Ourense arranca un nuevo curso político marcado claramente por el pacto sellado en junio por Democracia Ourensana y PP que situó a Gonzalo Pérez Jácome en la Alcaldía, regidor que ahora capitanea el desafío de resolver, o al menos ir encauzando, viejos problemas que bloquean el desarrollo del municipio.

Personal, obras, presupuestos y urbanismo engloban los principales retos que tiene por delante el gobierno, aunque Jácome también reserva un hueco en su agenda para "dos proyectos de referencia" para él como son el centro de inteligencia artificial y el parque acuático termal.

"Hay que activar el proceso de reorganización administrativa", señala el alcalde, que quiere activar lo más pronto posible la incorporación de medio centenar de jurídicos, arquitectos o ingenieros en régimen interino, paso previo a convocar una amplia Oferta Pública de Empleo (OPE) que permita dar la vuelta a la dramática situación de cuerpos como Bomberos o Policía Local.

Para este procedimiento, sin embargo, es obligado para el gobierno DO-PP acabar con el desbarajuste en materia económica logrando una aprobación de presupuestos que no se produce desde finales de 2014. "De esta forma podremos planificar una gestión reglada y evitar que la actividad de las diferentes áreas municipales se paralice por la falta de las partidas necesarias", explica Jácome.

Precisamente, el departamento económico, liderado por la edil Ana Morenza, también debe poner orden en el disparado plazo de pago a proveedores, que lleva fuera de los límites legales durante demasiados meses, con el consiguiente perjuicio para empresas y autónomos.

Esta falta de cuentas actualizadas también ha condicionado en los últimos años, por ejemplo, la ejecución de inversiones. En este sentido, la Concejalía de Infraestructuras tiene sobre la mesa 27 proyectos por importe de 11 millones que ha conveniado con la Diputación que debe adjudicar antes del 31 de diciembre para que no se pierdan los fondos. La rehabilitación de la Plaza de Abastos, otro proyecto obligado.

El edil de Infraestructuras, Miguel Caride, también debe acometer la renovación de concesiones clave como el transporte, con el reto de aprobar la ordenanza de uso antes de final de año y adaptar el pliego, o del agua, cuyo modelo –empresa municipal o en concesión– todavía no se ha decidido. Comenzar a aplicar el plan de movilidad que ponga al peatón como referente, otra tarea para el portavoz de DO.

En paralelo, septiembre se antoja clave para avanzar en la tramitación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal. La edil de Urbanismo, la popular Sonia Ogando, tiene previsto reunirse con la Xunta para ir de la mano con un documento aprobado provisionalmente y que, tras años de vaivenes, debe encontrar un rumbo definitivo.

También su compañero de partido y edil de Medio Ambiente, Jorge Pumar, tiene deberes importantes. Acertar con las concesiones de limpieza viaria y de zonas verdes se antoja clave para cambiar la imagen de la ciudad. Culminar acertadamente proyectos como la reforma del emblemático Xardín do Posío también es una obligación para el teniente de alcalde. 


La oposición promete trabajo en positivo para avanzar en las grandes cuestiones


Aunque se presume un curso tenso, con las heridas de las negociaciones todavía abiertas, los tres grupos de la oposición garantizan que trabajarán en positivo para que la ciudad avance en las grandes cuestiones que tiene por delante.

Rafael Villarino, del PSOE, asegura que "queremos que Ourense teña o mellor futuro", poniendo como ejemplo su lucha por mejorar la intermodal. El nacionalista Luis Seara subraya que "o importante é sentarse a falar e ter altura de miras, como nos demanda a xente". José Araújo (Cs) garantiza el apoyo de su partido a proyectos estratégicos. n

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