Un vecino del barrio de As Lagoas será juzgado en el Penal 2 por un episodio de maltrato tras la denuncia de su hija de doce años. La jueza aplazó ayer la vista porque la víctima será interrogada en la sala Gesell, para así evitar que tenga que testificar en la sala de vistas ordinaria, tal como contemplan los cambios operados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Esa habitación representa un espacio más seguro y “amigable” para los menores o personas con discapacidad, con la finalidad de evitar que sufran una victimización secundaria o revictimización provocada por el sistema judicial.
El padre de la menor, para quien el fiscal pide ocho meses de cárcel o bien, subsidiariamente, 56 días de trabajos en beneficio de la comunidad, está acusado de dar tres manotazos en una de las piernas de su hija sin mediar ningún tipo de discusión.
La menor realizó una foto de la pierna en ese momento. Sufrió un moratón en el muslo izquierdo, además de una crisis de ansiedad, por la que tuvo que recibir asistencia facultativa.
Prohibición
El Ministerio Público, además de la pena de prisión, añade la prohibición de que el inculpado se acerque o comunique con su propia hija por espacio de dos años.
El juicio quedó fijado para el mes de octubre.
