Piden prisión para un acusado de besar y tocar los pechos a su vecina en Ourense

El juicio, durante su celebración ayer en el Penal 2 de Ourense.
photo_camera El juicio, durante su celebración ayer en el Penal 2 de Ourense.
La Fiscalía reclama 2 años y medio de prisión y la defensa solicitó en el juicio la libre absolución

Manuel I.B. se sentó ayer en el banquillo del Penal 2 de Ourense como acusado de un delito de agresión sexual: según la denunciante, su vecina, le dio un beso y le tocó los pechos sin consentimiento. Por este delito, la Fiscalía le pide dos años y medio de prisión, mientras que la defensa solicita su libre absolución.

Los hechos se remontan a 2021, cuando la denunciante y su hijo se mudaron a la localidad de Cartelle. Su marido se trasladaría con ellos unos meses después, ya que antes tenía que ocuparse de unos negocios en el extranjero. En una vivienda cercana a la familia residía Manuel I.B., quien estableció contacto -en un principio “vecinal”- con la denunciante. Hasta aquí coinciden las versiones de ambas partes. Sin embargo, el 31 de marzo, cambiaron las circunstancias entre ellos. 

Según el relato de la denunciante, acudieron juntos al supermercado y al descargar la compra en casa, el imputado  la agarró del cuello e intentó darle un beso. Ella se retiró, según declaró, pero él la cogió de nuevo y logró su cometido. El acusado explicó que “habían sido dos besos de vecinos”. Tras este episodio, la mujer le insistió para que abandonase su vivienda. 

Cuando Manuel I.B. abandonó el hogar, ella llamó a su marido (que estaba en el extranjero) y le contó que había intentado besarla. El cónyuje  insistió para que denunciase, pero decidieron dar un chance al hombre porque, según explicaron ambos, “acababan de llegar a Cartelle y no querían problemas”. 

Además, entre las pruebas presentadas en el juicio, se adjuntaban unos SMS del acusado en los que pregunta a su vecina si estaba enfadada e indicaba que el beso “había sido  de amigo”.

La presunta víctima relató que con el paso de los días, a fecha de 13 de abril, el imputado se acercó a su casa y le pidió perdón. Ella aceptó e informó a su marido. Una semana más tarde,  Manuel I.B.  acudió para tomar un café a la residencia de la víctima y, según dijo ella cuando fue preguntada por la Fiscalía, “me agarró, me dio un beso y me tocó el pecho con las manos”. La mujer relató con dificultad su versión de los hechos y, más adelante, explicó que “le daba asco” reconocer aquel “sucio” episodio. 

En mayo la familia ya estaba reunida, el marido había vuelto del extranjero y el día 27 decidieron salir a pasear. Según declararon, al verlos el vecino soltó a su perra y comenzó a increparles: “Dijo que nos iba a echar del pueblo, que tenía una escopeta”. No era la primera vez que hablaba con el marido: tras los primeros encontronazos con la mujer, habían mantenido una conversación telefónica en la que, según la defensa, él le había dicho que “era italiano y no sabía como podría reaccionar”.

El fiscal del caso ve clara la intencionalidad del acusado: “Nadie va a poder cuestionar que el ánimo libidinoso del acusado es notorio”, indicó ayer en el  juicio. Por otra parte, la defensa alega que “todo parte de un equívoco y que todo es una manipulación de la parte denunciante”.

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