La unidad residencial sanitarizada creada en el hospital de Piñor acoge ya a 18 personas con diagnóstico en COVID-19 posititivo provenientes de residencias, "independientemente de su nivel de dependencia y de su grado de autonomía", según explicó Beatriz Cabanelas, jefa de Enfermería del área sanitaria.
Esta residencia integrada actuará como "complemento" de la que ya está funcionando en Os Milagros desde hace tres semanas, y prevé incorporar un número mayor de residentes en los próximos días, ya que hay 64 camas habilitadas. Es atendida por personal propio del Servizo Galego de Saúde, a diferencia del caso de Baños de Molgas, donde también hay personal de Política Social.
El personal es todo propio, tanto personal de Enfermería, como técnicos de cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE), celadores y médicos. La dotación se está adaptando al número de residentes, por lo que "incorporaremos efectivos a medida que necesitemos ocupar más camas de la unidad", añade Cabanelas.
Las personas ingresadas son COVID-19 positivos que están "clínicamente estables" y que requieren una "atención sanitaria no urgente". En este sentido, si hubiese complicaciones y requiriesen mayor cuidado podrían ser trasladados a un hospital. La atención es presencial 24 horas,hay médicos, enfermeras, celadores y, sobre todo, mucho personal de técnicos de cuidados, "porque no son pacientes al uso, son residentes con unas necesidades de ayuda a actividades de vida diaria".
CONTRATACIONES
Al frente está un equipo que ya abrió Os Milagros y el personal de Enfermería y TCAE fue contratado específicamente para este centro. En la parte facultativa, son médicos de familia y comunitaria voluntarios de centros de salud y PACs.
