Pisos de estudiantes en Ourense, un reto complicado en la era poscovid

photo_camera Exterior de la facultad de Ciencias de Ourense, que arranca las clases el próximo 21 de septiembre.
Criterios dispares en los caseros: los más flexibles perdonan la fianza en caso de confinamiento

Pagando un piso en el que ya no residían y con los apuntes atrapados en él: es la situación que los universitarios ourensanos procedentes de otras provincias vivieron durante el confinamiento, cuando se marcharon a sus casas pensando que el estado de alarma iba a a durar 15 días. El miedo a otras posibles restricciones, según la evolución de la pandemia o o el paso de las clases presenciales a la modalidad online, echa para atrás a muchos a la hora de alquilar piso para este curso. Sin embargo, la demanda no dice lo mismo: es altísima en comparación a otros cursos. En mitad de esta incertidumbre por el covid, la tendencia de los propietarios es dispar: los más flexibles permiten a los chavales irse sin pagar la fianza en caso de confinamiento y los más duros suben el precio o incluso vetan a estudiantes. 

“Miré más de 10 pisos"
María Modia buscó un piso en el que ya viviera gente. "Fue un poco difícil, mis compañeras de piso me comentaron que mucha más gente que el año pasado estuvo buscando. Por inmobiliarias no había casi ninguno y los que había eran o muy caros o estaban muy viejos.  Miré más de 10 pisos y solo me cogieron en dos".

Caseros que “perdonan"
Mismo problema tuvo otra estudiante, Lorena de Roo: "Especialmente foi a dificuldade á hora de atopalo preto da escola na que vou estudar, non puiden empezar a buscar ata agosto e xa non quedaba nada". En su caso, el casero es flexible: "O curso pasado perdoóulles un par de meses de aluguer, aínda que lles deixaba ir igual por se tiñan que coller cousas. Este curso non sei se o volvería facer". Muestra su "preocupación" en caso de un nuevo confinamiento por si tiene que seguir pagando el piso. "Penseimo moito neste sentido", añade esta joven. 

Universitarios vetados
Javier Fernández tardó dos semanas en encontrar una habitación en la ciudad. "Casi no hay pisos que acepten estudiantes. Los que hay, o son muy caros, o en malas condiciones. En una de las inmobiliarias nos dijeron que no había nada relacionado con el covid. Que había sido una solicitud pero no llegaba a nada. Es más, nos pedían el doble de fianza por ir a ese piso. En caso de haber confinamiento tendríamos que hablar con el propietario y ver qué pasa".

Javier Fernández (estudiante): "Casi no hay pisos que acepten estudiantes. Y o son muy caros o están en malas condiciones"

Contratos flexibles
Noemí González, estudiante de la Facultad de Educación, ya tiene piso de cursos pasados. "El precio es el mismo que tenía en años anteriores, también nos ha hecho un contrato flexible donde podemos hablar con la casera por si hubiese algún problema con el covid y nos tuviésemos que ir antes del piso. A mí personalmente me resultó bastante sencillo encontrar compañero, ya que me contactó mucha gente a través de Instagram y de Twitter y solamente tuve que escoger". En su caso, el propietario mantiene el mes de fianza: "Se ha portado muy bien". 

Clases online, un “ahorro"
Pablo Castrillo, otro universitario, apunta que "la propietaria no nos ha comentado nada en el caso de que haya algún confinamiento, aunque supongo que nos rebajaran el alquiler". También recurrió a redes sociales para encontrar habitación o piso con más compañeros. "Dar las clases online durante el primer curso no me importaría porque mi familia se ahorraría el gasto del piso. El problema es que seguramente la propietaria no nos exima del pago del alquiler, pero está todo muy en el aire y no hay nada cierto al 100%", añade. 

Más de un mes de búsqueda
Helena Carrera tardó un mes en su primera búsqueda de universitarios que necesitasen una compañera más. "Ourense este año debe estar más demandado de lo normal, fue una locura encontrar piso. Las dos residencias estaban completas desde hace tiempo. Era subir un anuncio, preguntar, y al segundo decirme que ya lo tenían cerrado con alguien", anota. 

Sin tiempo mínimo
Antía Pérez, que estudiará Turismo, tuvo suerte con las redes sociales "porque ahora la gente siempre sube aquí los anuncios". Sin embargo, "tuve compañeras que lo tuvieron muy complicado. Había mucha demanda y te echa para atrás esta situación de la pandemia, no sabes si te compensa coger piso y cómo vana  ser las clases. Tuve suerte con mis caseros porque solo voy a pagar lo que voy a estar en el piso, pero tengo compañeras que han tenido que seguir pagando igual a pesar de que el confinamiento no estuvieron en el piso. A una incluso le querían subir la fianza", anota esta joven.

Twitter, la “inmobiliaria"
Instagram y Twitter se ha convertido en la "inmobiliaria" de los universitarios. Las redes sociales son el método estrella para encontrar piso o compañero. La alta demanda de este curso complica la situación de los estudiantes que todavía tienen las pruebas extraordinarias de Selectividad en los próximos cursos. La oferta es, a estas alturas, escasa en la ciudad

Te puede interesar