El plan de Interior pretende reeducar a los islamistas incipientes

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Un estudio realizado en 2013 por el Real Instituto Elcano señala a los domicilios particulares, espacios de culto y locales comerciales, como los principales espacios de radicalización en España

El mapa de riesgo de radicalización yihadista, elaborado por Interior a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo, divide la geografía española siguiendo unas demarcaciones censales elaboradas anteriormente por el Instituto Nacional de Estadística para otros fines. Estas 37.000 secciones censales, de 1500 habitantes cada una, se analizan de forma independiente para extraer el índice de peligrosidad siguiendo numerosos parámetros.

Tal y como explica el periodista Ignacio Cembrero en su libro “La España de Alá, una radiografía de la comunidad musulmana en España”, “Interior introduce en una coctelera algorítmica información pública: número de inmigrantes y mezquitas, nacionalidades, edades, detenciones practicadas, datos socioeconómicos, incidentes islamófobos”.

No solo esos datos estadísticos entran en la "coctelera" que menciona Cembrero. Interior también incluye en la fórmula datos más subjetivos y reservados, que maneja el ministerio, como la “valoración del sermón del imán” o las “corrientes islámicas del lugar” o los “informes de inteligencia”. Según detallan desde la policía, “el objetivo de esta vigilancia no es tanto interceptar a posibles terroristas o sujetos radicalizados, como detectar y tratar de amortiguar el discurso islamista para revertir la situación de extremismo”.

Un estudio realizado en 2013 por el Real Instituto Elcano señala a los domicilios particulares, espacios de culto y locales comerciales, como los principales espacios de radicalización en España. “Estos distintos ámbitos”, matizan, “son compatibles, por lo común complementarios”, lo que obliga a extender la vigilancia.

Aunque el plan de Interior contempla la "reeducación" de los islamistas en sus primeras etapas de radicalización, las mismas fuentes policiales consultadas dudan internamente de la eficacia de esta "marcha atrás": "del plan del ministerio a la realidad va un trecho y la reeducación de radicales es casi imposible; además, es impresionante lo rápido que pasan de moderados a radicales".

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