OURENSE NO TEMPO

Plaza del Ángel y la Luna

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photo_camera Cruce de Lepanto con la calle Luna. Ahí estaba el pub La Esquina. Foto Pacheco, Museo Etnolóxico de Ribadavia.

La noche era buen momento para visitar la zona

Con el tiempo han ido cayendo en el olvido muchas de las plazas y calles del viejo Ourense. En ocasiones se trata de lugares que han perdido gran parte del tránsito que tenían, y al mismo tiempo la modernización de la zona no les han hecho muchos favores precisamente. 

No hace demasiado tiempo (o al menos a mí me parece aún reciente) era una zona de visita frecuente, por la tarde, El Mejillón para disfrutar de los "tigres" de Cima (les llamábamos "fru flys", aunque no sé ni cómo escribirlo), y rato de conversación en El Bodegón, en muchas ocasiones delante de una humilde patata cocida con una salsa naranja ligeramente picante que simulaba una brava. Con frecuencia allí podías alternar con ourensanos como Xaime Quessada, quien según tuviera el día lo mismo te invitaba a un vino y te ilustraba con sus conocimientos de la vida, como te mandaba a la m..., o como el incombustible Carlos Vello, sin olvidar al gran Arturo Baltar. La decoración del local era en parte cosa de ellos. (Mi amiga Marina Rego me ha puesto al día, y me dice que hoy se ha reconvertido en un pub.) 

La noche también era buen momento para visitar la zona, aunque en demasiadas ocasiones los "cantos" de aquellos sugerentes pubs Irán y Charol... Y ya que hablamos del Charol, tengo que confesar que en los diez años que llevo con estos “cuentos” de Ourense no Tempo continúo sin poder asegurar cual fue el primer pub de vinos. Muchos aseguran que los hermanos Rebollo fueron los primeros, yo continúo con mis dudas, ¿recordáis el ElefaS? Otros hasta quieren atribuirle ese título a La Paca. Fuera el primero o no, eso es lo de menos, lo que sí consiguió con ayuda del Papes desde mi punto de vista, fue que los jóvenes de entonces cambiaran sus costumbres: el pub ya no era solo un abrevadero donde bajarte unos tubos de cerveza o unos cubatas, allí ibas buscando también buena música, y el dj era uno de los alicientes para la visita. Otro día tocaremos el tema más en serio.

Bueno, retomando el asunto, a duras penas algunos conseguíamos pasar del tramo de La Luna para llegar a la plaza del Ángel, donde también se escuchaba buena música. El Anxo, El Picoleto,... muchos aún recordaréis con más o menos cariño, el Luna 11, que también fue de los primeros. Con los años cambió de dueños y ambiente, pero… ¡Ah!, sin olvidar La Esquina. 

Aunque yo no lo recuerdo, sé que cuando el maestro Pacheco hizo la fotografía, la plaza de Ángel era un sitio más tranquilo, únicamente los juegos infantiles y el tamborileo de los cascos de un burrillo que trabajaba en la zona, transportando las "carqueixas" al almacén de carbón que hacía de la plaza un "centro industrial", molestaban la siesta del vecindario. Mis informantes me cuentan también de un paragüero y dos tiendas de comestibles, una donde después abrieron Baldo y Félix La Esquina, y la otra al final de la plaza, más o menos enfrente del Mejillón. Estas cuatro empresas creo que convivieron en el tiempo, pero sé que existió alguna más. Me hablan de un barbero que sabía ganarse a la clientela infantil de forma mágica, pero eso quedara para otro día. 

 Muchos años antes la zona era de mucho paso y allí convivía lo mismo una casa de “latrocinio” como un estudio fotográfico, ¿o dos? Un histórico Pedro Varela Ulla tenía allí su estudio cuando visitaba la ciudad, en la época de los fotógrafos transeúntes, pero eso fue hace mucho tiempo...

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