Economía

Las plazas de abastos aguantan el tirón con la venta a domicilio

Plaza de abastos provisional de Ourense.
Reconocen que han perdido ventas por el cierre de establecimientos hosteleros con esta crisis

Las plazas de abastos de la provincia han visto mermadas sus ventas estos días por culpa del cierre de establecimientos hosteleros, una realidad paliada en parte por las ventas a domicilio. "Hemos notado un descenso de hasta un 60% en ventas, calculo, respecto a lo habitual", señala Emilio González "Milucho", presidente de los placeros de Ourense. "Si tenemos en cuenta que somos la despensa de los establecimientos de hostelería de la ciudad, es evidente que el cierre de esos establecimientos lo notamos de forma importante.

En todo caso, Milucho encuentra un aspecto positivo, "sobre todo de cara al futuro, que es el tema del reparto a domicilio". Según subraya, "con este servicio que hemos reforzado de forma importante con motivo de esta cuarentena, hay mucha gente que está descubriendo la calidad de los productos que le ofrece la Plaza; estoy seguro de que de cara al futuro será un buen impulso y nos está abriendo la posibilidad de captar nuevos clientes".

Los placeros de Carballiño intentan compensar el cierre de la hostelería con el reparto de sus productos a domicilio. El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, Eligio González, afirma que se ha notado una bajada importante de hasta un 40% de la clientela particular, porque "se nota que la gente sale lo menos posible y por eso hizo una compra mayor en los días antes del estado de alarma, sobre todo en los supermercados, porque en la plaza al tratarse de productos perecederos fue menor". En total, los placeros calculan que las ventas han descendido en un 70% y por eso intentan paliar las pérdidas con las entregas a domicilio, "también a las aldeas", señala.

El propietario de la Carnicería Rivas, en la Plaza de Abastos de Ribadavia, coincide en el análisis: "Nuestro principal problema es el cierre de la hostelería, que era el sector al que más vendíamos". También en la solución, el servicio a domicilio.

También en Xinzo la afluencia de compradores a la Plaza se ha mermado considerablemente. El espacio, que ya estaba "tocado", se mantiene abierto con una frutería, una carnicería, una pescadería, un comercio de productos salados, y una tienda de productos ecológicos. Verónica López, que trabaja en el puesto de Coren Grill nota que "véndese un 50 por cento menos"; añade que en los próximos días el personal se reducirá a la mitad para paliar la situación.

La plaza de abastos de Celanova mantiene su horario de atención al público habitual, aunque el número de clientes ha bajado considerablemente. “Las ventas han bajado, es obvio”, reconocía Manuela Domínguez, una de las dos placeras con las que cuenta actualmente el edificio. Explica que los clientes de los pueblos "ahora se aprovisionan de todo en el supermercado".

"La gente se queda en casa. Hay muy pocas visitas. Ahora, trabajo más llevando las compras a domicilio. Vendemos por encargo, a domicilio. Al terminar, reparto. Llevas a la gente que no puede salir y así se vende algo”, explica Pamela Rodríguez Oviedo, portavoz de los placeros de O Barco y titular de un puesto de venta de pescado. Señala que es pronto para realizar un cálculo, pero que el descenso superó con creces el 50 %. Sí se aprecian compras más grandes que antes de la crisis del coronavirus. "Hay gente que compra para ellos y sus padres. Los mayores se están quedando en casa", explica.

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