El pleno de Ourense: cinco horas de reproches en precampaña

photo_camera Sesión ordinaria de febrero del Concello de Ourense
El pleno de febrero del Concello de Ourense se extendió durante cinco horas, pero las confrontaciones continuas, llegando incluso a suspenderse por orden del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, evitaron llegar a avances 

El pleno de febrero del Concello de Ourense, celebrado esta mañana, volvió a estar salpicado por la polémica y llegó a ser suspendido durante cinco minutos por orden del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Más allá del clima de confrontación alimentado por el alcalde, poco más se pudo rascar en cinco horas de reproches y ambiente de precampaña.

Cuando transcurrían 45 minutos desde el inicio del pleno, un enfrentamiento del regidor con Pepe Araújo (Ciudadanos) desató las iras de este último. Jácome le retiró la palabra a Araújo cuando este le afeó que hubiera llamado "gorda" a una ciudadana. 

La discusión se inició durante el turno de palabra de Araújo, cuando explicó una supuesta desconsideración del alcalde a una vecina de la ciudad en el Campo da Feira. "Se unha señora chámalle a atención no Campo da Feira, vostede chámalle gorda e algunha outra cousa", deslizó el portavoz de Ciudadanos. Ese argumento lo utilizó para afirmar que Jácome "non era exemplo de nada". 

Tras esas palabras, Jácome le preguntó si "tenía pruebas de ello", porque de lo contrario "tendré que denunciarlo por injurias". La discusión no paró ahí y el alcalde prosiguió elevando el  tono. "Si quiere hablo cosas de usted sin tener pruebas. Hablo de pederastia o cosas así. ¿Quiere que hable de cosas así? Porque si vamos a acusar sin tener pruebas...", manifestó el alcalde en el salón de plenos.

Posteriormente, Araújo le pidió que parara el tiempo de su turno de palabra porque lo estaba interrumpiendo. "Pare o tempo. A ver, Michael Knight, pare o tempo", afirmó Araújo antes de que Jácome le quitara la palabra. "Vostede botarame do pleno pero non me achanta", afirmó.

 A partir de ese momento Araújo y Jácome tuvieron un enfrentamiento dialéctico que finalizó con la paralización durante cinco minutos de la sesión plenaria. 

Al regreso, el líder de Ciudadanos calificó de "jetas" a Jácome en reiteradas ocasiones y le recordó que miente a la ciudad al ocultar que era él quién conducía el coche municipal multado en Vigo y aseguró que "dúas persoas próximas a vostede debatían hai uns dias sobre quen se ía identificar como condutor nesa infracción", dando cuenta así de que el alcalde se ríe "de todos".

Entonces, el alcalde volvió a intentar encender los ánimos acusando a Araújo de "calumnias" y amenazando con llevarle al Juzgado. Y siguió con su argumento: "Yo podría decir que usted es drogadicto, pederasta o ladrón, y no lo digo porque no tengo pruebas, no sé nada de tu vida personal".

Mientras, acusó a Araújo de haberle llamado "bajo, feo y antihigiénico" en una tertulia, e ironizó con que "se lo dijo la sartén al cazo".

Más allá del rifirrafe, el pleno pasó sin más pena ni gloria, más allá de los desprecios del alcalde a algunas concejalas, como la nacionalista Rhut Reza, o la  socialista Natalia González, de las que dijo que "no tienen nivel para ser concejalas".

Además, se aprobaron  mociones del BNG para pedir un plan para proteger el patrimonio arbóreo, o del PSOE para pedir una subvención para el rianxo y el entorno de la Plaza de Abastos. También hubo otra moción nacionalista para pedir la mejora del saneamiento y conectar a la red a los núcleos que no dispongan de él.

También salieron adelante sendas mociones de Ciudadanos sobre continuar en la red de turismo inteligente y otra para exigir que el Barbaña sea mejorado cuanto antes, tanto el cauce como su entorno.

A mayores, todos los grupos reprocharon a Jacome su falta de gestión y los continuos incumplimientos del mandato, lanzando este continuamente dardos al candidato del PP,  Manuel Cabezas, como argumento de defensa.

Jácome eludió tener responsabilidad en el cierre de las termas, en el retraso de la reconstrucción de A Chavasqueira o en la falta de medidas para mitigar la plaga de jabalíes.

Dijo desconocer todavía quién conducía el coche municipal que usa él habitualmente cuando fue multado en Vigo, no fue capaz de avanzar qué hará con el Espazo Lusquiños que clausuró, no supo decir dónde están los trajes del museo de Entroido que todavía no se devolvieron a sus dueños y dijo que no sabía cómo se pagará el parque Coto de Canedo en A Ponte.

Por último, su teniente de alcalde,  Armando Ojea, reconoció que  su gobierno local no tenía capacidad para ejercer presión al Gobierno para ejecutar de una vez del saneamiento integral del Barbaña y pidió a PP y PSOE que lo hicieran.

Tampoco supo el regidor aclarar cuándo se crearía la banda amateur que prometió a principio de mandato, como le inquirió el nacionalista Luis Seara, y sacó pecho de haber renunciado a una subvención de 1,6 millones del Estado para turismo porque  era para "chorradas".

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