La pobreza se multiplica por el tarifazo eléctrico

Cargos de la Xunta y de Cáritas, en la reunión de ayer.
photo_camera Cargos de la Xunta y de Cáritas, en la reunión de ayer.

La subida del precio de la luz mermó las capacidades de muchos ourensanos que antes lograban llegar a fin de mes. Los servicios sociales que presta Cáritas se vieron más saturados  durante el último mes, sobre todo en lo que se refiere al acceso a la vivienda y a las políticas de empleo. 

El director xeral de Inclusión Social, Arturo Parrado, visitó ayer las instalaciones de la entidad para escuchar las propuestas y negociar futuras subvenciones. Allí, la directora María Tabarés, señaló que “con la subida de la luz se da un incremento muy grande de las necesidades de las personas”. El perfil no varió especialmente, pero “sí el número de ayudas que se piden, los que estaban al límite ya no pueden. Notamos además muchas personas mayores que acuden a nosotros desconsolodas”, indica.  También se han visto afectadas aquellas personas que reciben el bono social, ya que con el mercado libre continúan sin poder hacer frente a sus gastos mensuales, explicó Tabarés. 

La vivienda, un derecho fundamental, también se ha puesto en jaque los últimos meses: “Las personas que no tienen una nómina importante les es casi imposible hacer frente a los pagos. Nuestra red de pisos de acogida (22 apartamentos y ocho pisos) está a tope y no es alentador. Necesitamos pedirle a la Xunta recursos habitacionales y ayudas para poder atender a todas las personas”, indicó la gerente de Cáritas.

Por otra parte, los refugiados que llegan de Ucrania “todavía no han repercutido en la entidad, pero no cabe duda de que lo harán”, señala.

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