Imanol P.L., de 37 años, no podrá acercarse a su madre en el plazo de tres años (el alejamiento comenzó hace ya dos años de forma provisional) por el trato degradante que le infringió cuando vivía con ella en la misma casa. El inculpado admitió ayer en el Penal 1, en donde fue juzgado, los delitos de malos tratos psíquicos habituales y contra la integridad moral, por lo que la juez le impuso una pena de once meses de cárcel, además de la prohibición de comunicación y aproximación a la progenitora, con una distancia de seguridad de 200 metros.
El fiscal le acusó en base al testimonio desgarrador de la víctima. El hijo insultaba a su madre con expresiones como “loca de mierda, hija de puta, come-pizzas”, episodios violentos en los que también llegó a romper objetos. “El acusado llegó a tirar la comida de su madre por la ventana, incluida la sartén, por lo que tenía que llevarse la comida a la habitación para poder comer”. No le dejaba tocar su ropa (“no toques con tus putas manos mis cosas”, con amenazas veladas (“tienes suerte ser de mujer, que si fueras hombre”) así como a instarla a acabar con su vida (“si estás aburrida, suicídate”).
La perjudicada denunció los hechos el 7 de octubre de 2020, y el juzgado dictó como medida cautelar el alejamiento. Días antes, había roto el mando de la televisión cuando la madre bajó el diferencial.
