La policía dice que el hombre muerto en Colombia no fue amenazado

La investigación abierta por la Policía colombiana en torno al asesinato del ourensano José Antonio Gómez Domínguez (40 años) no ha posibilitado detenciones. Según fuentes de la Policía Metropolitana de Barranquilla, no constan amenazas previas a la víctima, algo que complica las indagaciones.
En el momento del tiroteo por parte de dos sicarios en motocicleta, Gómez Domínguez estaba acompañado de su novia, de nacionalidad colombiana. 'El señor entraba y salía constantemente del país por sus negocios de finca raíz (inmobiliarios) y hasta el momento no tenemos reporte de que hubiera recibido amenazas', explicaron fuentes policiales. La investigación del caso quedó en manos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía colombiana.

El coronel Gonzalo Carrero precisó a medios de comunicación de ese país que, además, están revisando todas las cámaras de seguridad de los edificios del barrio. La muerte ocurrió en la carrera 56 con calle 96, en el barrio Altos de Riomar, uno de los más acomodados de la ciudad.

Fue al bajar de su camioneta, una Ford de color negro, cuando recibió tres impactos de bala en la espalda y un brazo. Según recoge el Heraldo de Colombia, a uno de los sicarios se le cayó el casco en la huida, ahora en poder de los investigadores de la Fiscalía.

El fallecido, afincado en Colombia en el último año, fue investigado por la policía holandesa en el año 2006 en Ourense en relación a la muerte de Heriberto Bouzo, un militar vecino de A Peroxa, con quien había viajado a Amsterdam y cuyo cadáver apareció flotando en un canal de ese país.

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