Los agentes analizaron los órganos y explicaron que se "trataba de restos de animales"
El hallazgo de un caja de cartón con vísceras, que resultaron ser pulmones de cerdo, en la entrada del Servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario Ourensano (CHUO) encendió la alarma en la Policía Nacional y en el centro sanitario.
La caja, que estaba al lado de un contenedor de la recogida de basura orgánica, alertó a los encargados de seguridad del CHUO ante la sospecha de que pudiera contener algún tipo de artefacto. Al abrirla se encontraron con las vísceras, que presentaban múltiples cortes, que impedían reconocer si se trataba de pulmones u otros órganos internos del cuerpo.
Desde las mismas instalaciones sanitarias se alertó a la Policía Nacional, que desplazó una patrulla de inmediato al lugar con el objetivo de acordonar la zona y retirar la caja, ante la sospecha que podrían contener restos humanos. También acudieron agentes de la Policía Judicial y Científica, que trasladaron los restos a la Comisaría.
Los agentes abrieron una investigación y pronto pudieron determinar, según fuentes policiales, que la caja la dejó al lado del contenedor un trabajador de la empresa encargada de la gestión de los residuos que se generan en las instalaciones sanitarias. Según las mismas fuentes, las vísceras resultaron ser de cerdos y habían sido utilizadas por estudiantes de Enfermería para realizar prácticas durante las clases de anatomía.
La Policía Nacional contactó con los responsables de la empresa con el objetivo de esclarecer si las vísceras quedaron olvidadas en el lugar, a través del que se accede al Servicio de Urgencias, o por contra, fueron depositadas para ser tratadas como restos orgánicos. En el Sergas argumentan que en el CHUO se cumple a rajatabla con la normativa de tratamiento de residuos. La Policía Nacional denunció a la empresa ante la Consellería de Medio Ambiente.
