Los dos detenidos, Manuel G., de 37 años, y un amigo suyo, identificado como Iván V., como presuntos autores del incendio que en la madrugada del 24 de abril del 2019 calcinó por completo el complejo termal de A Chavasqueira se negaron a declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Ourense. Tampoco lo hicieron en la Comisaría de la Policía Nacional. Ambos permanecían ayer en libertad en calidad de investigados -no podrán salir del país y deben acudir todas las semanas al juzgado-, mientras los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) continuaban recabando datos que los incriminen en el fuego.
Los investigadores rastrean las tarjetas de sus teléfonos móviles en busca de información para contrastarla con todo el material recogido durante la inspección ocular realizada en las termas una vez sofocado el fuego. Manuel G. trabajó durante dos años en el complejo termal, pero dos meses antes los responsables de la concesionaria lo había despedido por bajo rendimiento. Los agentes de la UDEV pusieron el foco de la investigación en él nada más registrarse el incendio, según fuentes policiales, ante la sospecha de que podría haber provocado el fuego por una supuesta venganza. Los policías continuaban ayer trabajando con esta hipótesis y continuaban buscando pruebas, tanto en su terminal móvil, como en su entorno, además de las personas que trabajaban entonces en las instalaciones que, tras el incendio, aún no fueron reabiertas al público.
El gerente del complejo termal, Pablo Villuenda, que tras la detención se mostró satisfecho con el trabajo policial, no atendió ayer a los requerimientos de este periódico.
El incendio se produjo de madrugada, a la 01,30 horas, y se extendió con rapidez por toda la estructura del inmueble. El fuego comenzó, según fuentes policiales, en un lateral y se propagó hacia el interior. El autor utilizó productos para acelerar la combustión.
