ECONOMÍA

Los polígonos portugueses redoblan su ofensiva para captar empresas gallegas

Más de 20 parques empresariales cercanos a la frontera ofrecen el suelo mucho más económico que el disponible en Ourense

El norte de Portugal ha decidido dar una vuelta de tuerca a su agresiva política de suelo empresarial con el fin de captar empresas españolas, preferentemente de Ourense y sur de Pontevedra. Los municipios lusos están dispuestos incluso a regalar parcelas con tal de que se asienten empresas. En la actualidad más de 23 parques empresariales del norte del vecino país están en un radio de 50 kilómetros desde la frontera con el sur de Galicia y con siete millones de metros cuadrados de suelo industrial a un precio medio de veinte euros el metro cuadrado y con un nivel de ocupación de hasta un 50% de pymes gallegas.

Así se recoge en un informe del Club Financiero de Ourense, quien alerta de la diferencia de precios con el suelo de la provincia. Según sus datos, "el suelo industrial público lleva cinco años de caída de precios y aún así sigue siendo demasiado caro para que su uso pueda ser aprovechado por las pymes". 

Para corregir esa situación la Xunta aplica en los últimos años una política de descuentos de hasta el 50% el metro cuadrado. En virtud de esa política se ha comercializado un buen número de parcelas, pero aún quedan en la provincia 185.676 metros cuadrados en ocho parques empresariales gestionados por la administración gallega.

La propia Xunta es consciente de la competencia portuguesa a la hora de captar empresas. El conselleiro de Industria dijo en días pasados que se analizarán las iniciativas portuguesas para vender suelo y ver si cumplen la norma de la Unión Europea. En todo caso, Francisco Conde advirtió que "Galicia no puede ser un país de low cost". 

Otras opiniones sustentan esa teoría. Andrés Mazaira, profesor de la Facultad de Empresariales y coordinador del Observatorio Socioeconómico de Ourense advierte que "es muy difícil competir en todos los sectores, también en precios" con el mercado portugués. Por eso plantea "especializar el suelo empresarial o bonificar sectores estratégicos como puede ser el agroindustrial o el tecnológico".
El Club Financiero también hace su propia apuesta "por la especialización, abaratar el precio, mejorar las dotaciones y los servicios", además de generar valor añadido para las empresas y los trabajadores. Mazaira invita a instituciones y empresarios a pensar "qué modelo se quiere seguir, si suelo industrial pequeño en todos los lados o polígonos grandes capaces de competir". En su opinión hay que apostar también "por el suelo industrial de alquiler, incluso naves".

Mientras, según el informe del Club Financiero, "hay más de 300 pymes gallegas asentadas en los polígonos del Norte de Portugal de forma directa y varios centenares más de forma indirecta". 

Se aviva la reivindicación a favor del polígono del Val da Rabeda

La recuperación del área industrial del Val da Rabeda está de nuevo sobre la mesa. Aquel proyecto, auspiciado por el bipartito de la Xunta quedó aparcado a partir del 2009, cuando el PP llegó al poder. Aquella iniciativa incluía un campus industrial en Paderne de Allariz, que incluye más de un millón de metros cuadrados y tenía un plazo de ejecución desde el 2009 al 2012. Después de años de parálisis colectivos como el Club Financiero de Ourense defiende ponerlo en valor como una de las apuestas estratégicas para captar empresas de gran formato.

La Xunta gastó en la adquisición de los terrenos 10,2 millones de euros, a los que se iban añadir 6,3 millones más para la construcción de las conexiones exteriores. Con respecto al parque empresarial de Taboadela, que sería la intervención más cuantiosa, supondría una inversión de casi 40 millones de euros para actuar en una superficie de 1,1 millones d metros cuadrados. Ya solo para la consecución de los terrenos se anunciaban casi diez millones de euros y se prometía un plazo de ejecución del proyecto que no excedería el ejercicio del 2012, "a día de hoy estos dos millones de metros cuadrados siguen siendo un enorme tojal sin aprovechamiento alguno", dice un documento del Club Financiero.

Pero no solo este colectivo ha planteado este asunto. José Manuel Pérez Canal, presidente de la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) reiteró su intención de reivindicar el suelo del Val da Rabeda en los próximos meses. En sus declaraciones cuando fue reelegido en abril pasado anticipó que  Ourense necesita "un polígono importante como el de Val da Rabeda, que podría acoger a grandes empresas ya que ahora con el AVE podrían elegir Ourense como destino de fabricación grandes empresas". 

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