Los comerciantes del Centro Comercial Ponte Vella de la ciudad se suman a la demanda para pedir la prolongación de la autovía AG-31 (autovía de Celanova) hasta la frontera con Portugal en Lindoso, lo que aumentaría el área de influencia de la capital provincial, con “importantes beneficios para el comercio local”. Desde Ponte Vella, consideran que mejorar esta comunicación con la comarca portuguesa del Alto Minho -en el otro lado de la frontera, el empresariado mantiene la petición al Gobierno portugués de que mejore la IC-28 hasta la frontera de A Madalena (Lobios)- facilitaría “una oferta global de turismo termal y ecoturismo”, permitiendo a la ciudad estar a hora y media de Oporto y a una hora de Braga. “Es el momento de replantearse la vertebración transfronteriza del suroeste ourensano y de la capital”, señalan en la Junta de Propietarios del Centro Comercial Ponte Vella, que se adhiere a la demanda colectiva de alcaldes y agentes socioeconómicos de la Baixa Limia, ya que serviría para “dinamizar” las economías locales y “combatir” la pérdida demográfica.
Los directivos del principal complejo comercial de la ciudad consideran que también se potenciaría el área de influencia de la ciudad y ven ahora el “momento oportuno” de prolongar esta autovía, ya que existen fondos europeos del Plan de Recuperación disponibles y, por otra parte, hay un movimiento al otro lado de la frontera que tiene la misma reivindicación en su territorio. Esta prolongación de la AG-31 permitir consolidar a Ourense como “nudo estratégico de entrada de la alta velocidad en todo el noroeste peninsular”.
