AUDIOVISUAL

El rodaje de un corto en Toén: por otra forma de educar

El director del cortometraje graba la escena de los niños en el aula improvisada del antiguo psiquiátrico de Toén.
photo_camera El director del cortometraje graba la escena de los niños en el aula improvisada del antiguo psiquiátrico de Toén.

El antiguo psiquiátrico de Toén se convirtió ayer en una escuela improvisada con motivo del rodaje de un cortometraje. Frente a la cámara, doce niños con altas capacidades que piden un modelo educativo distinto. 

Pupitres, sillas y encerados ocupan una de las salas del viejo psiquiátrico de Toén. En el aula improvisada, doce niños de 7 y 8 años guardan silencio mientras el director graba la escena. Fuera de plano, sus padres graban el rodaje con sus móviles. "Ya está chicos, muy bien, ahora vamos a seguir fuera", dice Pablo Cm, el videógrafo del cortometraje.

El objetivo de la pieza audiovisual, enmarcada dentro de un programa de enriquecimiento curricular para menores de altas capacidades, es mostrar el resultado del trabajo realizado, además de pedir la evolución de la enseñanza actual. El proyecto empezó en octubre, pero el cambio es "evidente" en los niños "desde el principio", tal y como explican sus padres. "Se relacionan de otra forma con los demás, incluso con nosotros", comenta la madre Silvia Gómez. Veinte familias participan en la iniciativa, que cuenta con el apoyo del Concello de Barbadás. "En el colegio les cuesta, tienen potenciales distintos y no encuentran motivación", aseguran varias madres. El corto supone una crítica a ese modelo "único" y "anticuado" de escuela, donde "no se contemplan" otras formas de enseñar. "El sistema educativo se basa en objetivos y contenidos, y ellos tienen otra forma de aprender, además de muchísima creatividad", valora Gómez. Por eso, la implicación en el rodaje del cortometraje ha sido plena: "Se lo están pasando como auténticos enanos". Entre los actores, un poco de "nervios", pero muchas ganas: "Es muy divertido y vamos a salir en la tele". Sus padres reconocen que este programa ha sido como "un oasis en medio del desierto". "Han descubierto la felicidad del aprendizaje, ya no dicen 'no puedo hacer esto", apunta Gómez. Por su parte, el director reconoce su "sorpresa" con los niños: "Es como si llevaran años haciendo esto". El alcalde y teniente de alcalde de Toén, Amancio Cid y Ricardo González, también se implicaron, con la cesión y transporte de mobiliario.


La otra pata, los mayores


El programa de enriquecimiento curricular para menores se une con otro proyecto que trabaja para mejorar el aprendizaje de personas mayores. "Unificamos ambas iniciativas para poner en contacto a los ancianos con una realidad que les abra las puertas a la sociedad, y qué mejor que la infancia", explica Mayra Rey, integradora social que dirige ambos programas. Por ello, el cortometraje también muestra escenas en la residencia Las Salinas del Viso, donde los pequeños estuvieron hace unas semanas para interactuar con los usuarios. "Es una simbiosis perfecta, porque los menores también se empapan de valores", asegura Rey. "Llevamos 11 años detrás del proyecto con mayores y toda la vida luchando por la doble excepcionalidad, por estos niños de altas capacidades que no rinden en clase", asegura. 

Te puede interesar