Queda sembrado de bolsas, botellas e incluso mobiliario por quienes pervierten el magosto
Montealegre amaneció ayer convertido en un auténtico vertedero de basura. Algunos de los que escogieron esta zona para celebrar el Magosto dejaron bolsas, vasos, plásticos, sillas, mesas, restos de comida, ropa o lonas esparcidas por el suelo, haciendo caso omiso de los contenedores situados a escasos metros. "Todos os anos sucede o mesmos. A xente só pensa en divertirse, tira a basura e logo que veña outro a recollela", apuntó un viandante, José Antonio Delgado, que en la tarde de ayer acumulaba algunos de los restos en un contenedor. "Veño pasear a diario e da gusto ver como estaban as árbores sen esta porquería", añadió.
El concejal de Medio Ambiente, José Araújo, tampoco entiende la situación, que haya tan poca sensibilidad con el medio ambiente. "Creo que o problema da basura tras o magosto é unha auténtica desgracia. Hai moito porco facendo o magosto", aseguró el edil, puntualizando que a los culpables de esta situación e hay que "criminalizarlos, tomar medidas para que paguen polo que fan".
Los trabajadores municipales limpiarán en los próximos días los restos que quedaron en los caminos y pistas, mientras que un grupo de voluntarios, según José Araújo, se encargará de recoger la basura esparcida en fincas privadas.
Ayer, sobre las cuatro de la tarde, cuatro jóvenes ya recogían restos. "Vamos limpiar un trozo de terreno para hacer nuestro magosto", apuntó uno de ellos. A escasa distancia, otros dos hombres también retiraban restos. "Onte fixo de noite, no recollemos e viñemos hoxe porque deixamos equí ata roupa", apuntaron.
