Cudeiro apuesta por la "discreción" para buscar un entendimiento
El grupo de gobierno del Concello de Ourense deja en manos del concejal de Urbanismo, José Cudeiro, la negociación con las fuerzas de la oposición para tratar de lograr los apoyos necesarios para sacar adelante en el pleno la aprobación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
En este sentido, el edil del PP mantuvo ayer el primer encuentro. Lo hizo con Democracia Ourensana, fuerza mayoritaria de la oposición, y para tratar de no interferir en las conversaciones apuesta por la "discreción" para tratar de que las negociaciones lleguen a buen puerto.
"Fue una primera toma de contacto, en la que abordamos diferentes aspectos técnicos, pero no voy a decir nada más de momento", destacó Cudeiro, que sigue así la línea pautada la semana pasada por el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, cuando fue cuestionado sobre el documento urbanístico y manifestó que era mejor sacar del foco las negociaciones entre los grupos políticos para evitar distorsiones, dada la importancia de la cuestión.
Fuentes de DO confirmaron que apenas hubo novedades tras el encuentro con el concejal de Urbanismo, asegurando que sus postulados siguen pasando por eliminar lo que consideran "pelotazos" urbanísticos e incluir proyectos como el parque acuático en Oira.
En los próximos días, aunque sin fecha todavía confirmada, Cudeiro confía reunirse con los portavoces de PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, y Ourense en Común, Martiño Xosé Vázquez. Los líderes de ambas formaciones se han mostrado especialmente beligerantes con el trabajo presentado hace unas semanas por el gobierno municipal y su respaldo a este parece a todas luces improbable.
Los socialistas censuran el "cambiazo" al planeamiento aprobado inicialmente, incidiendo especialmente en el cambio del proyecto de estación intermodal; mientras que en OUeC no concuerdan con el modelo urbanístico del PP, entendiendo que responde a favorecer intereses privados y a incrementar la edificabilidad en determinados polígonos.
Mientras, en las filas populares insisten en que el documento es el mismo que el de 2013, con la incorporación de las alegaciones de diferentes colectivos sociales, empresariales y económicos de la ciudad, destacando además que en su tramitación se han obtenido todos los informes favorables.
Por esta razón, buscan su aprobación provisional para poder remitirlo con posterioridad a la Xunta, que debe emitir un último informe para que el pleno lo dé por definitivo. El PP confía en desbloquear la situación antes de final de año.
