política local

El PP pierde ocho alcaldías, que suman el PSOE y el BNG

César Fernández, Patricia Domínguez y Manuel Conde.
photo_camera César Fernández, Patricia Domínguez y Manuel Conde.

92.000 ourensanos tendrán un regidor popular, 88.000, uno socialista, y 15.000, uno nacionalista

Dejando de lado la ciudad, donde gobernará un alcalde independiente en coalición con el Partido Popular, un mapa de alcaldías en el resto de la provincia deja de manifiesto que prácticamente el mismo número de ourensanos estarán gobernados por PP y PSOE, con una ligera ventaja para los populares. 

Un total de 92.186 vecinos de la provincia –atendiendo a los datos del último padrón oficial del Instituto Nacional de Estadística– tendrá un alcalde del PP desde hoy,mientra que 88.319 estarán gobernados por un regidor del PSOE. 

Las fuerzas están muy igualadas, aunque el PP mantiene de momento la hegemonía en la provincia. Así, los populares, tras los plenos de investidura del pasado sábado, se han asegurado 57 alcaldías. Se han cumplido así las expectativas generadas al conocer los resultados de las elecciones del 26 de mayo, que los colocaban en posición de gobernar hasta 57 municipios. Han logrado este máximo, al conseguir Ribadavía por desacuerdo en la izquierda, A Rúa y Punxín. 

El PSOE gobernará principalmente a los ourensanos que residen en las villas. Ostentará finalmente  23 alcaldías, aunque una de ellas, la de San Amaro, será de la formación Xuntos por San Amaro los últimos dos años de mandato.  Los socialistas son los que más salen perdiendo respecto al panorama dibujado inicialmente tras el 26-M. Aspiraban a gobernar a dos de cada tres ourensanos –casi 200.000 personas–, pero perder la ciudad impidió alcanzar este objetivo. 

Sin embargo, tras los pactos postelectorales, es el PP el que sufre más pérdidas en la provincia y el que menos aprovecha ser la lista más votada. De hecho, pese a ganar en 64 municipios en votos, solamente ha conseguido traducirlo en 57 alcaldías. Por su parte, el PSOE, que ganó en 20 concellos, regirá en 23. 

Por su parte, el BNG, que había sido primera fuerza en cinco ayuntamientos, ha conseguido ampliar su dominio a dos concellos más (siete en total), al acceder mediante pactos a la alcaldía de Verea y Viana do Bolo. En total, 15.255 ourensanos tendrán un alcalde de la formación frentista.

Por su parte, otros 8.124 vecinos estarán gobernados por regidores sin adscripción a un partido político concreto. Es el caso de Sandiás (Agrelsan), San Xoán de Río (RIO), Vilar de Santos (Xuntos por Vilar de Santos) y Celanova (Celanova Decide). 


Comparativa


Echando la vista atrás, el PSOE gana terreno en la provincia, cede terreno el PP, aunque mantiene la hegemonía, y el se mantiene, ligeramente al alza, el BNG. 

Tras las investiduras de 2015, el PP ostentaba 65 alcaldías, ocho más que ahora. Son casi las que suma al zurrón el PSOE, que pasa de 17 a 23, aunque una de ellas la dejará en dos años (San Amaro).  El BNG añade una al carro, pasa de seis a siete –pierden A Rúa, donde gobernaron de forma rotatoria– pero ganan Vilar de Barrio y Verea. 

En cuanto a otras fuerzas, gobernaban cuatro municipios en 2015, y con la incorporación de DO en la ciudad, pasan a ser cinco los concellos no gobernados por los tres "grandes". 

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