Transporte, semáforos o grúa siguen enquistados, sumándose otra concesión clave como el agua
Los servicios públicos ofertados por el Concello de Ourense en régimen de concesión continúan siendo un quebradero de cabeza para el gobierno municipal, del PP, que mantiene 14 contratos caducados valorados en unos 17 millones.
Los populares han "pinchado" en el objetivo marcado a principios del presente año por la edil de Contratación, Ana Fernández Morenza, que indicaba que el gobierno confiaba en solucionar este año hasta una decena de procedimientos, poniendo el foco en contratos trascendentes como el transporte urbano, que mueve alrededor de seis millones de euros al año, o el mantenimiento semafórico, que van camino de cumplir los cinco años caducados y ni siquiera han salido a concurso.
No son, con todo, los únicos contratos enquistados en la ciudad, con los vecinos también penalizados por un servicio de ORA y grúa totalmente obsoleto y que cuesta al Concello alrededor de 1,4 millones anuales. Tampoco han avanzado los procedimientos de los equipamientos de ocio en zonas turísticas como As Burgas y Outariz o de las cafeterías de titularidad municipal en el Parque Miño y las Pozas de Maimón, a las que se ha sumado la situada en el Jardín Japonés.
Problemas
A los contratos ya enredados en la burocracia administrativa, los últimos meses se han ido sumando otros nuevos, alguno como el que tiene que ver con el ciclo del agua, que caducó definitivamente en septiembre tras un cuarto de siglo en vigor y que precisa de la elaboración de los pliegos, con un montante económico en estos momentos superior a los seis millones de euros anuales.
A todo ello se sumará en breve el final del contrato del servicio de ayuda a domicilio, sin que todavía se haya finalizado el expediente administrativo para sacarlo a concurso, por lo que seguirá prestándolo en precario la empresa Valoriza hasta que se consiga adjudicar un nuevo contrato. En el área social, el gobierno vio también como quedaba desierto el concurso para otorgar la gestión de la casa de acogida, por algo más de 100.000 euros anuales, o sigue parada la gestión del Comedor sobre Rodas.
No ha habido tampoco novedades con una Plaza de Abastos de A Ponte que continúa cerrada a cal y canto cuatro años después de una inversión millonaria, mientras que el Concello no encontró interesados en asumir el seguro de responsabilidad civil y patrimonial o la vigilancia de la salud del personal municipal.
La limpieza viaria y la recogida de basura, un reto que se acerca
Una de las concesiones en vigor, que requiere una inversión anual al Concello en el entorno de los diez millones, es la de limpieza viaria y recogida de basura, adjudicada en 2010 durante una década a la UTE Ecourense, por lo que el contrato ya está en el tramo final, lo que obligará a planificar desde ya el futuro del servicio, algo en lo que el concejal de Infraestructuras, José Araújo, ha indicado periódicamente que ya se ha iniciado.
También están operando con contrato en vigor las concesiones de mantenimiento de zonas verdes, que se inició en el verano de 2017, o las de limpieza de centros educativos y desratización.
El Concello también ha entregado a una empresa externa la explotación publicitaria del mobiliario urbano (los denominados mupis), aunque el contrato se encuentra judicializado a la espera de un recurso interpuesto por una empresa que fue excluida del concurso público.
