ANIMALES

La presencia de los cormoranes alerta a los pescadores

Varios especímenes de cormorán despliegan sus alas a orillas del río Miño (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Varios especímenes de cormorán despliegan sus alas a orillas del río Miño (ÓSCAR PINAL).

Sociedade Galega de Historia Natural asegura que se trata de una especie migratoria, no invasora

En esta época del año, la presencia del cormorán en los ríos de la provincia se ha vuelto cada vez más común desde hace unos años. Aunque su presencia ha levantado alerta entre los pescadores, esta ave no está catalogada como invasora por el Ministerio de Medio Ambiente, como tampoco forma parte del catálogo de especies "preocupantes" de la Unión Europea. Aún así, la presencia de este animal en zonas de caudales de agua dulce afecta a las poblaciones piscícolas, ya que es un depredador.


"Non é exótica"


"Existen dous tipos de cormoranes: o moñudo, que só está na beiramar, e o grande, que provén do norte e do centro de Europa", explica Serafín González, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN). A la provincia emigra el cormorán grande desde que en sus países originarios dejaron de cazarlo: "Comezaron a chegar de novo a España fai uns anos, cando a poboación aumentou". Desde la costa, suben los cursos fluviales: "Os encoros convírtense en lugares ideais para eles porque son masas de auga moi grandes onde poden alimentarse". Los cormoranes llegaron a Ourense por el río Miño y se asentaron en el embalse de Castrelo, al menos, durante los primeros años. Luego, ampliaron su hábitat hasta llegar al Sil o al valle del Limia. "É a expansión natural dunha especie favorecida polos encoros", apunta González. Además, el especialista recuerda que no es una especie "exótica ou invasora", sino que está estabilizada, aunque es predadora. "Afecta moito a pesca, porque cazan en lugares de pouca profundidade e, entre outras especies, alevíns de troita", explica José Manuel Pinto, presidente de la Sociedade de Pesca de Valdeorras. Para los pescadores, la presencia del cormorán grande -en gran cantidad- tiene consecuencias negativas, ya que merma ciertas poblaciones. "Non hai moitas troitas, polo que claro que nos preocupa", apunta Pinto.


Otros factores


"Nun lugar non pode haber nunca demasiados predadores se non hai alimento suficiente, senón, escollerían outro espazo", responde González. El presidente de la SGHN recuerda que el declive de especies como la trucha de río está causado por factores "que nada teñen que ver coas especies predadoras": "A raíz do problema está nas augas contaminadas, no estado das beiras dos ríos ou nos encoros eutrofizados, eso é o que realmente provoca que a fauna esté en perigo".

La presencia de cormoranes es mayor durante los meses de emigración -invierno-, pero los hay durante todo el año: "Hai exemplares non reproductores que permanecen todo o ano nos ríos ourensáns, e aos que logo se lle xuntan os que emigran".


Miño, Limia y Sil, los caudales favoritos del ave en la provincia


Aunque el cormorán grande entró en la provincia ourensana desde la costa por el río Miño, se extendió hasta el Sil y el Limia, mayoritariamente. En la capital se les puede ver en los meses de invierno a orillas del río, cerca de zonas como el Puente Romano o el Puente Nuevo.

"No Arnoia ten habido presencia desta ave, pero de xeito puntual, polo momento non son bandadas moi grandes nin tampouco están durante tempadas longas", señala Bernardo Varela, concejal de Medio Ambiente de Allariz. El edil valora que, en caso de que la población de cormoranes aumentase, sería necesario "tomar medidas de control", ya que se trata de una especie "moi depredadora". En Valdeorras, la comunidad de cormoranes llegó a ser muy grande, aunque disminuyó "un pouco" en los últimos años. "Seguen vindo, pero é certo que xa non se ven tantísimos como había antes no Sil", apunta José Manuel Pintos. En Castilla y León, esta especie avícola también ha encontrado un lugar donde asentarse. "Alí facían abatidas puntuais porque había demasiados cormoráns e provocaban a falta de certas especies", dice Pintos. Los colectivos de pescadores, que como en Valdeorras señalan la afectación sobre las crías de truchas -sobre todo en Sanabria-, piden a la Junta realizar cada cierto tiempo abatidas para controlar la población de este animal. 

"Ao principio, cando comezaron a emigrar aquí, era unha especie protexida e agora, aínda que non o é, tampouco podes facer nada", señala Pintos. Cada cormorán puede llegar a alimentarse de hasta 10 alevines por día, lo que, según el presidente de la Sociedade de Pesca de Valdeorras, tiene un efecto innegable en la población de truchas. "Durante os meses que pasan aquí comen un alto número de crías e iso ten un efecto no ecosistema, está claro", añade. "O único que podemos facer os pescadores é convivir, claro está, e a ver que pasa nos próximos anos". 

En el valle del Limia, los cormoranes entraron por los embalses de As Conchas o Salas, entre otros. Su población, según Serafín González, está "estabilizada". "Aliméntanse de peixes grandes ou corvos, animais de gran tamaño", explica el especialista.

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