CULTURA

La preservación del legado de Baltar, cuestión de futuro

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El "poeta del barro" dejó su visión de la ciudad en un Belén que cedió de forma gratuita al Concello

En Ourense, la Navidad no llega hasta que el Belén de Baltar abre sus puertas. Aunque este año la visita a este inmenso legado de la ourensanía tiene un sabor agridulce. La despedida del escultor ourensano que modeló este espacio, una figura "inmortal", ha dejado a la ciudadanía un poco tocada, pero con la alegría de poder seguir contemplando un legado que supone un tesoro cultural cuya intención es una preservación para honrar su memoria. "Morreremos e a súa obra seguirá aí", decía ayer la exconcejala de Cultura Isabel Pérez, quien contribuyó firmemente a la creación del espacio expositivo que acoge parte de la obra del escultor ourensano.

En el Concello de Ourense destacan su "máximo respeto" a la figura de Baltar. "Su nombre estará por siempre en la ciudad", manifestaron desde el equipo de gobierno local. Y es que las piezas de su belén y la casa museo, que alberga sus célebres retablos, en la Plaza San Cosme y San Damián, muestran la historia de Ourense.

Esta intención de permanecer "por siempre" en la ciudad es la que se reivindica en el entorno artístico y lo que ha sembrado algunas incertezas. La existencia de un escrito en el Registro sobre el legado que Arturo Baltar tiene en la ciudad, como el Belén y los retablos, ha sido motivo de especulaciones estos días, aunque sus allegados rechazan la posibilidad de "intenciones espurias", pese a que en algunas cabezas haya sobrevolado la posibilidad de repetir lo que ocurrió con el legado de otros artistas.

El Concello ostenta la titularidad del Belén, cedido en su momento de forma gratuita por el "poeta del barro" quien, con el paso de los años, fue añadiendo figuras y reparando los desperfectos que iba observando, sin más compensación que la del orgullo de ofrecer su obra. "O belén está onde está e é de Ourense e dos ourensáns", manifiesta Isabel Pérez, una de las que más luchó por preservar su trabajo, con la apertura del museo. "Neste momento hai que enxalzar o legado e o seu amor por Ourense", añade.

Otro caso es el espacio expositivo, abierto en 2010 tras la remodelación del edificio anexo a la Capilla para albergar una parte significativa de su obra, que contó con la voluntad verbal de Baltar de quedarse "para sempre". Ahora, Pérez pide que se ponga en valor y que toda la ciudad "reivindique a necesidade de protexelo". 

Un museo fruto de la “xenerosidade"

El inmueble que en la actualidad acoge los retablos de Arturo Baltar fue rehabilitado con cargo al Plan Urban con una partida de 430.912 euros, y fue inaugurado en el año 2010. El artista se vio obligado a retirar sus piezas del Claustro de San Francisco a principios de siglo, después de que los retablos hubiesen sufrido graves daños al estar expuestos a las inclemencias meteorológicas. Pese a que esto sumió a Arturo Baltar en un enfado mayúsculo, su profunda "xenerosidade", como destaca Isabel Pérez,  hizo que una vez restaurada su obra se decidiese a abrirla de nuevo a la sociedad ourensana. Así, la ciudad cuenta ahora con un espacio expositivo que muestra de forma permanente su obra en la casa contigua a la Capilla de San Cosme. Con ese gesto, que se materializó en la época del bipartito, se intentó resarcir al artista de la desagradable situación que vivió cuando tuvo que recoger en grave estado de  deterioro las miles de piezas que conformaban los 20 establos expuestos. Isabel Pérez es clara al reflejar las intenciones del escultor: "A súa intención é que quedase aí para sempre".
 

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