El presidente de la Asociación de Parques Tecnológicos de España (APTE), Felipe Romera, reclamó el desarrollo de políticas para que la inversión privada en I+D se multiplique por cuatro y cumplir así uno de los objetivos económicos europeos.
Romera participó en la inauguración de la VII Conferencia Internacional de Parques Científicos y Tecnológicos, junto con el consejero de la dirección general de Programas del ministerio de Ciencia e Innovación, José Luis Pérez Salinas, y el conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco.
El dirigente dijo que los parques tecnológicos son los verdaderos catalizadores y creadores de nuevas empresas de economía y conocimiento y agregó que en los tres años de su última historia pasaron a gestionar más de 600 empresas nacidas en su seno, cuyo primer objetivo es innovar incluso por delante de la adquisición de conocimientos.
Según Romera, sólo los parques tecnológicos cumplen la estrategia de Lisboa de que el 75 % del I+D sea privado, con la combinación de universidades y empresas y reclamó que ese porcentaje se extienda al resto de los sectores económicos, pero el problema está en que hay que desarrollar políticas desde la Administración para que la I+D privada se multiplique por cuatro.
También hizo autocrítica al explicar que los parques nos creemos que al aumentar la creación de conocimientos se aumenta la innovación, y dijo que es mucho más complicado, ya que el proceso de crear conocimiento se basa en el alboroto y mestizaje entre científicos y vendedores, o entre la universidad y las empresas, matizó.
Dijo interpretar la actual crisis no como una amenaza, según la filosofía occidental, sino como una oportunidad, como la interpretan las culturas orientales, y, en ese sentido, reclamó la participación de los parques en esta oportunidad, consecuencia de un nuevo momento de transferencia de experiencias.
Pérez Salinas, por su parte, detalló las dos líneas de ayudas previstas por el ministerio para infraestructuras y proyectos destinados a los parques y pidió paciencia a los gestores asistentes, ante la dificultad que supuso organizar un nuevo ministerio de Innovación a partir de otros anteriores.
Dijo que desde 2005 a 2007 la inversión destinada por el ministerio a estas entidades pasó de 216 millones de euros a 511 millones, aunque los datos de empleos no variaron de la misma forma, ya que su crecimiento fue en 2005 del 8 por ciento, del 17 por ciento en 2006 y volvió a reducirse al 3 por ciento en 2007.
Por su parte, el conselleiro Blanco explicó que la Xunta elaboró en 2006 el primer Plan Estratégico para I+D de Galicia, con retraso, lo que nos obliga ahora a ir más rápido, y explicó, que entre las dificultades, están los siete años inadmisibles que transcurren hasta que se puede gestionar suelo para este fin.
El responsable de Innovación e Industrias se refirió a la creación de una red de Parques Científicos y Tecnológicos, a la que la Xunta destinará 435 millones de euros, con centro neurálgico en el de la provincia de Ourense, que contará con 2 millones de metros cuadrados de suelo tecnológico para 550 empresas, que supondrán la creación de 6.600 empleos directos.
El dirigente dijo que los parques tecnológicos son los verdaderos catalizadores y creadores de nuevas empresas de economía y conocimiento y agregó que en los tres años de su última historia pasaron a gestionar más de 600 empresas nacidas en su seno, cuyo primer objetivo es innovar incluso por delante de la adquisición de conocimientos.
Según Romera, sólo los parques tecnológicos cumplen la estrategia de Lisboa de que el 75 % del I+D sea privado, con la combinación de universidades y empresas y reclamó que ese porcentaje se extienda al resto de los sectores económicos, pero el problema está en que hay que desarrollar políticas desde la Administración para que la I+D privada se multiplique por cuatro.
También hizo autocrítica al explicar que los parques nos creemos que al aumentar la creación de conocimientos se aumenta la innovación, y dijo que es mucho más complicado, ya que el proceso de crear conocimiento se basa en el alboroto y mestizaje entre científicos y vendedores, o entre la universidad y las empresas, matizó.
Dijo interpretar la actual crisis no como una amenaza, según la filosofía occidental, sino como una oportunidad, como la interpretan las culturas orientales, y, en ese sentido, reclamó la participación de los parques en esta oportunidad, consecuencia de un nuevo momento de transferencia de experiencias.
Pérez Salinas, por su parte, detalló las dos líneas de ayudas previstas por el ministerio para infraestructuras y proyectos destinados a los parques y pidió paciencia a los gestores asistentes, ante la dificultad que supuso organizar un nuevo ministerio de Innovación a partir de otros anteriores.
Dijo que desde 2005 a 2007 la inversión destinada por el ministerio a estas entidades pasó de 216 millones de euros a 511 millones, aunque los datos de empleos no variaron de la misma forma, ya que su crecimiento fue en 2005 del 8 por ciento, del 17 por ciento en 2006 y volvió a reducirse al 3 por ciento en 2007.
Por su parte, el conselleiro Blanco explicó que la Xunta elaboró en 2006 el primer Plan Estratégico para I+D de Galicia, con retraso, lo que nos obliga ahora a ir más rápido, y explicó, que entre las dificultades, están los siete años inadmisibles que transcurren hasta que se puede gestionar suelo para este fin.
El responsable de Innovación e Industrias se refirió a la creación de una red de Parques Científicos y Tecnológicos, a la que la Xunta destinará 435 millones de euros, con centro neurálgico en el de la provincia de Ourense, que contará con 2 millones de metros cuadrados de suelo tecnológico para 550 empresas, que supondrán la creación de 6.600 empleos directos.
