La primavera que este viernes comienza dibuja unas perspectivas para la provincia de Ourense de un tiempo más seco de lo normal y más caluroso. Menos lluvia y termómetros más altos esperan entre abril y junio, siguiendo la tendencia marcada tanto en los pasados meses de enero, febrero como en la primera mitad de marzo.
Según el informe de la Agencia Estatal de Meteorología, el invierno que este jueves terminó acabó con la catalogación de seco, especialmente en los municipios de la parte oriental de la provincia, en las comarcas de Conso-Frieiras, Valdeorras o Trives, donde se produjo una anomalía de 2 grados centígrados más respecto a los datos históricos.
El invierno fue cálido en líneas generales, con una anomalía media para el conjunto de Galicia de +1,5 grados centígrados, convirtiéndose en el tercero más caluroso de toda la serie histórica, desde 1971, solo superado por los de 1989/90 y 1997/98, y, por tanto, ha sido el invierno más cálido de este siglo.
Máxima de Galicia
Ourense marcó la temperatura máxima absoluta de toda la estación en Galicia, un hecho que se dio el 23 de febrero, al llegar a alcanzar 25,4 grados centígrados. A provincia, como es habitual, vuelve a hacer gala de su fuerte oscilación térmica, ya que la mínima absoluta de todo el trimestre la marcó también un concello ourensano, en este caso Xinzo de Limia, donde 12 de enero el mercurio cayó hasta los -8,6 grados centígrados.
Según informa la Aemet, el tramo final de este invierno, es decir la primera mitad de marzo, fue especialmente cálido en Ourense La primera quincena de marzo, mientras que las precipitaciones están dentro de la normalidad, frente a la situación vivida en febrero, donde llovió la mitad de lo normal , yk enero, donde llovió ligeramente por debajo de lo normal.
Por zonas
En el conjunto de la estación que acaba de terminar, la zona de la ciudad y toda la ribera del Miño se mantuvo 1,5 grados por encima de la media, superados, además de por la parte oriental, también por la comarca de Monterrei, donde oscilaron entre +1,6 y +1,8. Aun estando por encima de lo normal, la zona con un invierno con menor anomalía térmica fue A Limia.
En cuanto a las precipitaciones, el reparto fue homogéneo en la provincia, salvo en la ciudad y los concellos de la ribera del Miño, que fue la zona más seca.
