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El primer año del multamóvil en Ourense se cierra con dos sanciones al día

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photo_camera Coches mal aparcados en una zona de carga y descarga, en Pena Trevinca.

Los aparcamientos en zonas de carga y descarga fuera del horario permitido suponen una de cada tres denuncias, que ascendieron a 759

El primer año de vida del Automóvil de Vigilancia Integral (AVI), conocido popularmente como multamóvil, ha permitido a la Policía Local detectar un total de 759 infracciones, poco más de dos al día, un balance que deja satisfecho al cuerpo, que destaca que el número de denuncias se ha ido reduciendo paulatinamente con el paso de los meses gracias a la "labor disuasoria" del sistema, que se une a las diferentes campañas de concienciación puestas en marcha por el Concello.

El comportamiento más incívico de los conductores señalados por el multamóvil se produce en las numerosas zonas de carga y descarga repartidas por la ciudad, en las que se registran una de cada tres denuncias (256), según reflejan los datos facilitados por la Policía Local, que recuerda la necesidad de que esos espacios estén liberados para uso de los comerciantes y transportistas entre las 07,00 y las 13,30 horas y las 15,30 y las 18,30 horas.

Otros motivos

El segundo motivo más frecuente de infracción a la hora de estacionar o parar el vehículo es hacerlo en el carril de circulación, una imagen muy frecuente, por ejemplo, en calles como Juan XXIII, donde el carril derecho suele estar ocupado en cualquier momento de la jornada. Las denuncias tramitadas por esta situación ascienden hasta las 158.

Por otro lado, el multamóvil también tiene entre sus objetivos perseguir los aparcamientos en espacios reservados al autobús urbano, que en muchas ocasiones se encuentran en la obligación de realizar la parada para que bajen y suban los pasajeros en el carril de circulación. El sistema ha impuesto por esto 130 multas.

A continuación, se sitúan las sanciones interpuestas a los conductores que infringen la ordenanza de tráfico estacionando encima de pasos de cebra o aceras, así como en zonas peatonales sin el necesario permiso para ello, algo habitual durante las mañanas, cuando los bolardos que controlan el acceso a la zona histórica están desactivados para facilitar el trabajo de los transportistas.

Las denuncias tramitadas por esas prácticas fueron 110, cinco más que aquellas que el AVI tramitó por vehículos aparcados en doble fila.

"Sin afán recaudatorio"

Desde su puesta en marcha el 17 de octubre de 2016, tanto la Policía Local como el concejal de Tráfico, Carlos Campos, han insistido en que el multamóvil no se ha puesto en marcha con afán recaudatorio, sino para corregir malos vicios adquiridos por los conductores y complementar el trabajo que realizan a pie los agentes. Las prioridades son solucionar situaciones que compliquen la circulación o desplazamientos de los peatones.

"El trabajo del AVI consiste en ir detectando vehículos mal estacionados y comprobar si permanecen en el mismo lugar transcurridos unos minutos. Posteriormente, y si procede, se formula la correspondiente denuncia usando como prueba las fotos registradas por el sistema", explican desde la Policía Local, afirmando tajantemente que "tenemos un objetivo preventivo, nunca recaudatorio".

Al final de cada día, las fotos y los boletines de denuncia se trasladan al negociado de sanciones, siguiendo los cauces normales de cualquier otra multa. La entrega a los infractores se suele dilatar alrededor de un mes desde que se detecta la infracción, explican fuentes municipales. 

La DGT plantea revisar el catálogo de las multas

El director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Gregorio Serrano, se mostró ayer "partidario" de "revisar el catálogo de sanciones" para "hacerlo un poco más razonable", sobre todo aquellas que se refieren a los incumplimientos más habituales y a las de los reincidentes.

Como ejemplo, Serrano aludió a las multas por exceso de velocidad, siendo la mayor cuantía de 600 euros y con una sustracción de seis puntos en el carné. "Lo que no puede ser es que un señor que circula a 250 kilómetros por hora, que es una barbaridad, y es un homicida en potencia, tenga una multa de 600 euros. A muchos inconscientes les compensa", dijo el máximo responsable de la DGT.

Por otro lado, añadió que "no puede ser" que alguien esté "eternamente perdiendo" el permiso por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, y que pueda recuperar los puntos "con absoluta normalidad".

Sobre los radares, Serrano afirmó que España es uno de los países "con la ratio más baja", por lo que entiende que no hay un afán recaudatorio. 

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