CRÓNICA

Primer día sin humo en Ourense: dudas entre clientes y quejas del sector hostelero

Clientes de una terraza de la Plaza Mayor, en la ciudad, ayer por la tarde (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Clientes de una terraza de la Plaza Mayor, en la ciudad, ayer por la tarde (ÓSCAR PINAL).
Los profesionales sanitarios aplauden la medida, que disminuirá las posibilidades de expansión del virus entre la población

La provincia vivió ayer su primera jornada sin humo en la calle, tras la entrada en vigor de la prohibición de fumar en la vía pública sin distancia social. La normativa autonómica, ya emulada en Canarias y en valoración en el resto de comunidades, cuenta con la aprobación de los profesionales sanitarios, mientras que a pie de calle deja división de opiniones. 

La hostelería asegura un "nuevo mazazo" al sector, que todavía se recupera tras el parón del covid, y pide más vigilancia para hacer cumplir la nueva medida: "Non somos policías, non é o noso traballo impedir que a xunte fume". Entre los clientes, fumadores y no fumadores, dudas: "¿Si no hay nadie puedo fumar?". Mientras, los sanitarios recuerdan el peligro del humo. "Los fumadores tienen mayor riesgo de infectar al resto, al exhalar el humo, se vehiculiza la carga viral", recuerda José Abal, jefe del servicio de Neumología del CHUO. 

“No nos queda otra"

La prohibición de fumar suma una nueva restricción para el sector hostelero, que recuerda su difícil situación. "Entendemos que é unha medida beneficiaria para a saúde pública, pero está claro que nos perxudica, é un palo máis. Agora mesmo o que mellor funciona son as terrazas, se non se pode fumar...", asegura Javier Outomuro, presidente de la Unión de Hosteleros Ourensanos. 

En algunos locales se plantean la posibilidad de dividir las mesas del exterior para evitar conflictos, como en el Kaldi Coffee: "Dejamos algunas más alejadas donde se pueda fumar, y en otras ponemos carteles de prohibido fumar. Es una opción". Desde el bar Weekend, en la plaza de As Mercedes, apuntan las dudas de los clientes: "Varias personas me han preguntado si pueden fumar, todavía no lo tienen claro. Lo peor será por la noche, porque muchos de nuestros clientes fuman". 

Desde la asociación Véxote nos Viños, Enrique Fidalgo, da cuenta de la resignación del sector tras la medida de la Xunta: "No nos queda otra que acatar las normas, pero eso sí, pedimos que haya más efectivos, nosotros no somos policías". Fidalgo recuerda la situación "crítica" de muchos establecimientos: "Este martes, con las lluvias, no había nadie, y eso que estamos en verano. Nosotros estamos trabajando lo máximo posible, pero con miedo a lo que pueda pasar en los próximos meses". Desde la cafetería Niza, José Manuel Martín también hace hincapié en las dificultades: "Muchos locales tendrán que cerrar como sigamos así. Lo estamos pasando muy mal, todos". 

Los ciudadanos apoyan la norma pero dudan de su cumplimiento

En las calles de la ciudad, tanto turistas, como trabajadores y vecinos consultados apoyan, en mayor o menor medida, la prohibición de fumar en vías públicas, incluso entre los fumadores, que a pesar de ser los grandes perjudicados por la norma, la respetan en beneficio de la salud pública.

"Me parece correcta, todo lo que sea en beneficio de la salud es bienvenido", comenta José Nóvoa, que añade que "será difícil cumplirla si no hay sanciones". Egoitz Alonso, turista de Vitoria, aprueba la norma, que considera "necesaria", a pesar de ser fumador, pero avisa de "la gran repercusión" que puede tener en la hostelería, y defiende que "al fin y al cabo, ellos solo están proporcionando un servicio al cliente".

Luís Suárez, por otra parte, se muestra más escéptico sobre la prohibición, y considera que "se trata de una decisión política", que debió haberse aplicado "mucho antes de las elecciones, cuando estaba ya propuesta" y que "no cambiará nada" por una sencilla razón: "El gobierno no va a renunciar a los monstruosos ingresos que genera con el tabaco".

Los estancos, divididos entre la resignación y la indignación

En los establecimientos de venta de tabaco hay división de opiniones, entre la resignación y la indignación con la nueva medida.

"Me parece fatal, siempre pagamos los fumadores", afirma Anabel, una trabajadora del Estanco Número 007 del Jardín, que declara que la medida le parece "surrealista" y poco útil si lo que pretende es frenar los contagios: "Dentro de poco no podremos fumar ni en casa, pero luego a los de fuera, que vengan de vacaciones sin problema". De la misma opinión es la dueña, Tamara, que recalca que la medida "es la misma" que ya estaba publicada, solo que "matizada en el tema de fumar", porque "los dos metros de seguridad, en teoría, los tienes que respetar siempre".

"La gente, cuanta más ansia tiene, más fuma. Si te quitan un cigarrillo porque la policía puede multarte, vienes a comprar otro, te vas a un sitio más escondido, y no fumas uno, sino dos", finalizaba la estanquera, que opina que "el cumplimiento de las medidas es parecido al período de confinamiento", donde la demanda en el negocio, en su caso, "fue perfecta e incluso aumentó".

Sara Corral, presidenta de la Asociación de Estanqueros de Ourense Provincia, no entra a valorar la repercusión de la nueva norma en el negocio, porque entiende que, en esta situación excepcional de crisis sanitaria, no pueden más que acatar las directrices marcadas: "Es una normativa de Sanidade, y ante eso no podemos hacer nada. La hostelería quizás, pero no ha actuado todavía". Corral matiza que "no están prohibiendo fumar, sino fumar sin respetar distancias", por lo que se resignan a esperar y ver cómo cala entre la gente.

La venta de tabaco se recuperó en junio, tras el bajón de los meses de abril y mayo

La venta de tabaco en la provincia comenzó a recuperarse en junio, después del bajón registrado durante los meses de abril y mayo. Ahora, ante la prohibición de fumar en la vía pública sin distancia social, el sector teme una nueva caída en las ventas. 

En lo que va de año, los datos del Ministerio de Hacienda reflejan un descenso del consumo con respecto al 2019: si de enero a junio del año pasado se vendieron más de 7 millones de cigarrillos, en este 2020 se han vendido poco más de 6,6 millones. La pandemia del covid frenó las ventas, que comenzaron a recuperarse el pasado junio, cuando se vendieron 1.194.600 unidades, 30.000 más que en el mismo periodo de 2019. 

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