Hoy se cumple un mes del incendio de un transporte de vehículos en el interior del túnel de A Cañiza que provocó el cierre de la autovía A-52 en sentido Vigo-Ourense y el desvío 26 kilómetros por la Nacional 120, que añade 12 al viaje entre ambas ciudades y entre 20 y 25 minutos. Este mes el Ministerio de Transportes realizó un parcheo de la carretera, asfaltando algunos tramos, para al menos tratar de evitar la plaga de pinchazos y averías que se producía por los numerosos agujeros del piso. Mientras tanto, las obras en el interior del subterráneo avanzan con dificultades y los plazos difícilmente se van a recortar.
Según pudo conocer este diario de fuentes solventes, los más de tres meses anunciados se van a tener que cumplir casi con total seguridad, por lo que hasta principios mayo no se podrá circular de Vigo a Ourense. El problema se encuentra en la dificultad para conseguir fuera de España las piezas de recambio a las que se dañaron de forma irreversible con el fuego, todas ellas de alta precisión en el control y seguridad del interior del paso.
El Ministerio, que se encarga de la operación, ha advertido de que se necesita más tiempo por la pandemia, que ralentiza todo. La Xunta ha pedido formalmente que el Gobierno articule un proceso extraordinario para agilizar la reapertura. Por ahora, la reparación mantiene su ritmo: dos meses más.
La posibilidad de abrir el túnel en doble sentido de forma provisional para evitar el desvío se ha descartado definitivamente. Tráfico alega que choca con las normas comunitarias en seguridad, que impiden que un paso inferior de más de dos kilómetros pueda tener circulación en ambos sentidos, y el de la A-52 supera los 2.500 metros. Así que va a ser imposible articular una solución de urgencia.
Los conductores deberán seguir soportando usar los 26 kilómetros por la carretera nacional, subiendo el Alto de Fontefría, donde las nieblas son habituales, no hay apenas zonas para adelantar y está el peligro latente de los animales sueltos que pueblan los montes, cada vez menos habituados al tráfico tras 20 años de autovía.
Transportistas indignados
Los transportistas se muestran sorprendidos por que todo dependa de unas piezas que tienen que llegar del exterior. "En 24 o 48 horas podemos estar en cualquier punto de Europa, es inexplicable que los responsables del Ministerio sean incapaces, si estuvieran en la empresa privada los despedían", explicó Ramón Alonso, presidente de la asociación provincial.
Señala que hay mucha preocupación por que tengan que pasar dos meses más circulando por la carretera "que se ha parcheado, pero eso vale para un día, los camiones cargados acaban haciendo más baches. Se necesita es asfaltado completo en toda la carretera, que así valdrá para cualquier otra urgencia".
Además de los usuarios de la autovía, lo sufren directamente los vecinos de A Cañiza, explica su alcalde, Luis Piña, quien ha tratado de encontrar alguna solución para evitar el paso diario de miles de vehículos, gran parte transportes pesados que además de resultar un peligro, destrozan las calles.
