El experto Alberto Ruano: "Lo primero que haría si hay mucho radón en casa es dejar de fumar"

Alberto Ruano es investigador del Laboratorio de Radón de Galicia, catedrático de Medicina Preventiva e Saúde Pública de la USC y promotor del estudio que encargó la Diputación. Destaca el esfuerzo de “transparencia” realizado por esta administración para “dar información a los concellos para que tomen medidas, una iniciativa pionera a nivel estatal”. Lamenta que no se haya legislado lo suficiente. Los resultados impactan. No diría impactante. Eran esperados. Con estos datos se puede decir, sin lugar a dudas, que Ourense es hoy la provincia mejor caracterizada de España. Tenemos mediciones prácticamente en todos los lugares. ¿Mejorable? Sí, cuantas más siempre mejor. En Reino Unido tienen 600.000 mediciones, en toda España hay 12.000 y en Galicia tendremos a finales de año ya 6.000, la mitad de toda España. ¿Por qué estos niveles tan altos? Por el sustrato geológico, sabemos que Ourense es una zona de elevada presencia de radón. Hay que tomarlo con tranquilidad y naturalidad, pero las administraciones públicas y los legisladores deben tratar de poner medidas. Además, Ourense es una provincia muy rural, lo que significa que la concentración del gas va a ser mucho más elevada que si toda la población viviese en la ciudad. Hay gente que vive en altura y tiene menos radón. El informe que hicimos para Sanidad fue el primero a nivel mundial que tenía en cuenta la altura de la vivienda. El que vive en terceros o quintos pisos le va a llegar menos. Ya hay normas que obligan a tomar medidas ¿Se cumplen? El Código Técnico de Edificación obliga a tener características concretas en las viviendas nuevas y a medir el radón una vez construidas siguiendo un procedimiento acreditado. Pero, hasta donde yo sé, no se está utilizando, porque en España hay muy pocos laboratorios acreditados, nosotros somos uno, y esperábamos haber encontrado un elevado número de demandas de medición y no ha sido así. No ha habido un bum, quizás hasta un descenso. O no se está siguiendo o se está midiendo de manera no certificada. Y a nadie se le ocurriría fiarse del nivel de glucosa que le puede dar un autoanalizador no calibrado. ¿Qué deberían hacer las administraciones? Pueden tomar medidas más precisas. Lo que haría es asegurarme de que antes de conceder las licencias de obra nueva se corrobora el nivel de radón. Y también facilitaría el acceso a la información mediante mediciones acreditadas a los vecinos, como hicieron en Maside o Teo. Siempre es una decisión última que corresponde al ciudadano. A lo mejor, el que ha medido y le da un valor alto, da el paso de tomar decisiones. ¿Qué opciones tenemos si nuestra casa tiene mucho radón? El primer mensaje que les daría es que dejen de fumar. Porque hay mucha evidencia científica robusta generada en Galicia que muestra que el cáncer de pulmón se está multiplicando. Si, además, tienen radón en casa, tienen muchas posibilidades de ponerse enfermos. Si no hay fumadores, traten de reducir la concentración. Es algo variable y dependerá de cuánto gas haya y de las características de la vivienda. La medición es muy barata, la reducción será más cara. ¿Qué desembolso podría suponer para una familia estándar? Entre 2.500 y 3.000 euros. Depende mucho de la concentración de radón. Si se excede del límite por muy poco, a lo mejor con un sistema de ventilación forzada puede solucionarse. A nivel salud, ¿qué gravedad tiene? Es la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores y la segunda en fumadores. Lo dice la OMS y la Agencia de Protección Ambiental Americana. Hemos hecho estimaciones para el Ministerio de Sanidad, y en la provincia de Ourense hasta un 14% de los fallecidos por cáncer de pulmón se deben al radón. ¿La mascarilla ayuda a frenar sus efectos? No. En estos dos años de covid, sí que ha podido ayudar en entornos laborales, al reforzarse la ventilación, pero es anecdótico. Pero la mascarilla, no. El radón es un gas disuelto en aire. Y lo respiramos igual que el oxígeno.