La distancia entre pasos habilitados para peatones en vías como Otero Pedrayo o Eulogio Gómez Franqueira llega a superar los 300 metros, algo "preocupante" para expertos en seguridad vial
El Concello de Ourense está inmerso desde hace meses en un proceso para pacificar el tráfico y lograr una ciudad más amable para los peatones, algo que tiene entre sus objetivos reducir fenómenos como los atropellos, con rachas preocupantes en varios períodos del año. En 2016, la ciudad fue la que registró más incidentes de este tipo por habitante en Galicia.
Aunque en muchas ocasiones son los conductores los que circulan con sus vehículos a una velocidad inadecuada y aumentan el riesgo de accidente, son numerosos los viandantes que, cada día, cruzan las calles por lugares inadecuados, fuera de los espacios habilitados, algo que es especialmente peligroso en las principales calles y avenidas de la ciudad, de un tamaño mayor y con una importante frecuencia de paso de vehículos, que circulan además a una velocidad mayor.
Las arterias de Ourense sufren, según un chequeo realizado durante esta semana, la escasez de pasos de cebra en muchos de sus tramos, lo que invita a los ciudadanos a cruzar de manera indebida para evitar dar un rodeo hasta un lugar permitido, con distancias entre pasos de cebra que llegan a superar los 300 metros, algo que sucede, por ejemplo, en la avenida Otero Pedrayo, entre el acceso al Campus y el cruce con la Rabaza, o en la calle Eulogio Gómez Franqueira, entre el centro de salud y el centro cívico de A Ponte.
Margen de mejora
Expertos en seguridad vial como Daniel Pousada, miembro de Stop Accidentes, o Laureano Bermejo coinciden al señalar que las calles principales del Concello tienen mucho margen de mejora en este sentido, urgiendo a los responsables políticos a estudiar soluciones para garantizar una mayor facilidad a los peatones a la hora de cruzarlas.
"Hacen falta más pasos de cebra, el plan por el que se guio el pintado de los que hay es de hace muchos años y ahora no se reflejan los cambios que ha habido en la ciudad", señala Pousada. En esa línea, se pronuncia Bermejo: "Es peligroso que no haya pasos habilitados, porque si tratamos de concienciar de que hay que cruzar bien, debemos contar con espacios para ello".
Vías céntricas como la avenida de la Habana o Celso Emilio Ferreiro no escapan a esta problemática. En el segundo caso, aquellos peatones que llegan por la rúa Ramón Cabanillas se encuentran en la tesitura de tener que recorrer más de 100 metros si quieren cruzar a la acera de enfrente. Daniel Pousada, por su parte, centra sus críticas en la avenida de la Habana, una de las preocupaciones de su colectivo. "Es una barbaridad, los que hay están mal situados", comenta. Otros ejemplos de déficit de pasos de cebra se dan en la avenida de Buenos Aires, en el tramo entre Celso Emilio Ferreiro y la rúa Nova (290 metros) o en el eje que conforman las rúas Nosa Señora da Saínza, Pena Trevinca y Emilia Pardo Bazán. En el caso de esta última vía, Bermejo señala la zona del auditorio como una muestra de la mala planificación, al obligar a los peatones a dar un rodeo de más de 100 metros por la rúa da Canle si quieren realizar el cruce correctamente.
Problemas
Añaden los expertos en seguridad vial que no existe una normativa en España sobre la distancia mínima a la que deben estar situados los pasos de cebra en las ciudades. "Se utilizan referencias, como las plazas de minusválidos, rebajes, cercanía de centros educativos o zonas comerciales, pero no hay nada estipulado, un baremo fijo", comenta Bermejo.
Otro contratiempo para aumentar la frecuencia de pasos de cebra es, dicen desde Stop Accidentes, las diferentes titularidades de las arterias ourensanas, muchas en manos de Fomento o Xunta. Daniel Pousada pone como ejemplo la avenida de Santiago, en el tramo que afecta a la plaza de la Marina, donde los pasos de peatones están situados a unos 190 metros. "Llevamos mucho tiempo reclamando el pintado de uno nuevo y no lo conseguimos", explica.
Procedimiento en marcha para mejorar la señalización horizontal
El Concello de Ourense tiene en marcha un procedimiento para contratar una mejora de la señalización horizontal en las calles de la ciudad, un contrato que licitó hace unas semanas por más de 140.000 euros y que está a la espera de que el departamento de Contratación resuelva los trámites para poder adjudicarlo.
En total, fueron 15 las empresas que mostraron interés en asumir el servicio, que busca reforzar la señalización para una mejor convivencia entre conductores y peatones.
Entre los trabajos que contempla el pliego técnico, está el repintado de pasos de cebra, muchos de ellos desgastados, o las indicaciones para alertar sobre su presencia en los metros anteriores.
