Pandemia

La prisión de Pereiro abre hoy los locutorios a las familias

La prisión de Pereiro, en la imagen el patio.
photo_camera Patio de la prisión de Pereiro de Aguiar.
Las comunicaciones vis a vis aun continúan suspendidas en el centro penitenciario ourensano

La cárcel de Pereiro de Aguiar, el penal en el que más restricciones se adoptaron en toda Galicia estos últimos meses, también comienza su particular desescalada tras la duras medidas aplicadas cuando en el concello de Ourense y su perímetro metropolitano se decretó el nivel tres de alerta sanitaria. Este será el primer fin de semana (sábado y domingo) en el que los internos podrán comunicar con sus familiares y amigos a través del locutorio, una opción que permite visualizarlos a través de un cristal durante 40 minutos y hablar por un telefonillo. Por el momento, habrá límites, con dos comunicantes por recluso (antes eran cuatro). Esta opción había quedado suspendida desde el 9 de octubre al empeorar la evolución de la covid-19 en la provincia.

Por contra, las comunicaciones íntimas (los vis a vis) siguen suspendidas desde el 10 de septiembre a expensas de la evolución de los contagios en los próximos días.

Pero, además, desde el día 1 de este mes los internos de Pereiro de Aguiar pueden disfrutar de permisos, una opción que se le negó desde comienzo de octubre (solo se permitió la salida en dos casos por la muerte de familiares directos). Pese a que ya pueden salir, la mayoría, según fuentes penitenciarias, prefieren guardar los días y disfrutarlos durante las próximas fiestas navideñas. Ahora bien, todos los que salgan deberán realizar una cuarentena a su regreso a la prisión (10 días aislados).

Pese a que las restricciones fueron severas y criticadas por alguna familia, desde la prisión aclaran que no se produjo un cierre total, tal como ocurrió durante el primer estado de alarma. "La escuela se mantuvo, las entidades sociales siguieron entrando y se mantuvieron los talleres productivos, los cursos y las actividades ordinarias", asegura el director Francisco González Pérez. El máximo responsable asegura que las medidas adoptadas "están pensadas para preservar la salud de los internos, sus familiares y del personal penitenciario", y evitaron contagios entre la población reclusa y funcionarios. La cárcel ourensana, actualmente con 309 internos (290 hombres), no registró ningún caso de coronavirus desde que estalló la pandemia mundial.

Cabinas con imágenes

En estos meses, las videollamadas instauradas en el confinamiento -explica- permitieron a los internos ver a sus allegados y hablar con ellos. Una treintena de lunes a viernes, o lo que es lo mismo, seis horas al día. En próximas fechas, se instalará una cabina específica para videollamadas a cobro revertido para ampliar sus usos.

 Esta opción no excluye las llamadas ordinarias desde cabinas (están permitidas 15 a la semana de 10 minutos de duración). 

Te puede interesar