A prisión el cabecilla de una red que traía droga desde Haití

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Óscar Bladimir A.M. se entregó en O Barco y afirma que sólo ejerció como mero "intermediario" 

El juez de Instrucción 1 de O Barco envió a prisión al dominicano Óscar Bladimir A.M. , de 32 años, el supuesto cabecilla de una red de traficantes de droga que enviaba cocaína a Valdeorras desde Haití. La droga llegaba en paquetes postales a domicilios particulares de O Barco, una ruta descubierta por el departamento de seguridad nacional de Estados Unidos.

El investigado, quien se dio a la fuga cuando Vigilancia Aduanera desplegó la operación a finales de enero y detuvo a las cuatro mujeres que figuraban como destinatarias de los paquetes, acudió el domingo al cuartel de la Guardia Civil de O Barco en compañía de su madre. Allí, quedó arrestado.

El juzgado instructor, que acaba de levantar el secreto de sumario, da por prácticamente concluida la investigación sumarial tras la detención del dominicano. El juez ordenó su ingreso provisional en la cárcel teniendo en cuenta la cantidad incautada de droga, 1,7 kilos de cocaína, en las entregas controladas por Vigilancia Aduanera y las declaraciones de las jóvenes, quienes están en libertad provisional, entre las que figuran una menor de edad (la pareja del detenido) y su propia hermana. Estas últimas aseguraron que el supuesto cabecilla les iba a pagar 500 euros por limitarse a recoger paquetes postales, pero que desconocían el contenido de los envíos.

La prisión provisional trata de garantizar la presencia del investigados en el juicio ya que la gravedad del delito, tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia, podría dar pie a su fuga. De hecho, el juez tuvo en cuenta que tuvo que esperar casi dos meses para obtener noticias del detenido y emitir una requisitoria para su busca y captura.

Óscar Bladimir A.M., en su comparecencia judicial, se reconoció como un mero intermediario de dos vecinos de la ciudad, a los que identificó como "Willy uno" y "Tebó", que le propusieron recibir paquetes en cuatro domicilios particulares porque eran muchos los papeles que había que enviar. Ahora bien, según él, no sabía que había droga sino que creyó que contenían documentación para personas sin residencial legal. Y aceptó la gestión por necesidad: estaba sin trabajo y con un niño de corta edad. Su labor como "intermediario" estaba gratificada con 5.000 euros que pensaba repartir con su familia y amigas (500 a cada una), pero a modo de ayuda por la colaboración prestada. Según precisó, era una forma de gratificarlas por ayudarle en su papel de intermediario. El encargo por el que iba a cobrar le pareció "raro" pero tampoco quiso saber más.

La droga incautada por Vigilancia Aduanera procedía de Haití. El departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. detectó los cuatro paquetes sospechosos en una empresa de mensajería de Miami. Los remitentes declaraban que contenían documentos administrativos y formularios. Por esta razón, Vigilancia Aduanera solicitó al entrega controlada hasta su destinatario final con el fin de identificar al receptor final.

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