Un problema de liquidación de herencia y meses de abandono

La Fundación Casdemiro, ubicada en la Plaza del Trigo, tenía las puertas abiertas la semana pasada.  No era, sin embargo, un lugar de presentación amable, sino que nada más entrar ya se observan restos de basura. Un hombre que paseaba por la zona se acercó y descubrió un reguero de latas de cerveza, viejos cojines, cristales y restos de comida. 

Poco se sabe de la actividad de esta asociación en la que personas externas a ella colocaron un candado para evitar que siguiesen entrando extraños. 

Una persona cercana a la estancia afirma que fue un problema de liquidación de herencia, pero que “se resolvió hace un par de días”. Por ahora, las puertas permanecen tapiadas para evitar que continúen entrando grupos a celebrar botellones o que se instalen okupas. 

Contra todo pronóstico, y pese a la suciedad del edificio, fuentes cercanas a la institución afirman que “en breves volverá a funcionar, tan pronto podamos”. Sus miembros, dicen,  están en proceso de organizar la reapertura. 

Tiene varios espacios entre los que se incluyen un salón de actos para 70 personas, una biblioteca de tres pisos y una posible cafetería. 

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