Tres semanas y cuatro días suma de encierro en su casa Marcos Andrés Álvarez, tras sufrir -como tantos otros ourensanos- un ERTE en la empresa del Polígono de San Cibrao en la que estaba trabajando.
"Cuando podía, antes del coronavirus, iba siempre a hacer algo de deporte; ahora intento hacer algo en casa, pero, sobre todo, procuro estar entretenido con lo que sea: limpiando un poco el ordenador, pintando, haciendo limpieza por toda la casa, arreglando el trastero...", explica.
Reconoce que echa de menos "salir de casa, que te dé un poco el aire, socializar... aquí en el barrio siempre hay mucho movimiento y salías a tomar una caña, comentar la actualidad, todo eso".
Álvarez Ferreiro confía en que la cosa vuelva a la normalidad "a finales de abril", y mientras tanto aprovecha también para una de sus aficiones. "Soy músico y cuando dan las ocho, pues pongo algo desde la ventana; el otro día saqué la acústica y toqué un rato, desde 'La Rianxeira' hasta algo de rock, lo que me pidan los vecinos".
Y es que en esta rúa Ribeiriño del barrio de A Ponte, según explica Marcos, "quien más quien menos, cuenta con un balcón o una terraza, así que nos encontramos todos ahí para socializar un poco después de tanto encierro", subraya.
