Productos del mar a la conquista del mercado árabe

“Cuando montas un negocio tienes que analizar lo que le ves más salida”. La frase la pronuncia Odilo Rodríguez Codias, consejero delegado del grupo Alaska, que opera en el sector de los productos alimenticios congelados, del mar fundamentalmente.
En buena lógica debiera tener recorrido una empresa que atiende una necesidad tan básica como la de ofrecer productos de primera necesidad a los consumidores, pero tampoco la crisis hace distinciones. Después de asumir que “nunca en mi vida vi una crisis como esta”, el empresario dice que su sector tiene capacidad de reacción, que no está muy afectado por la recesión, tal vez “porque la gente tiene que comer”. El grupo Alaska, liderado por Rodríguez Codias, nació en el año 1982 y hoy constituye un pequeño fortín empresarial que se reivindica desde su base de operaciones del polígono de San Cibrao das Viñas.
La firma ourensana tiene un departamento de importación y exportación bajo el nombre de Frigoríficos Premar, la distribución de sus productos por las provincias de Ourense y Pontevedra toma el nombre de Alaska, la empresa matriz, mientras que la misma función en Lugo y A Coruña corre a cargo de Alaska Mar. Por último, el grupo tiene su propia red logística con la sociedad Alaska Rápido. La suma de la actividad de todas las empresas da como resultado unos 22 millones de euros en ventas anuales y una plantilla de 65 trabajadores.
Hace ya tiempo que los responsables de la empresa no se han conformado con el mercado interior y han apostado por la internacionalización. Fruto de aquel propósito llega hoy un dato crucial: el 45% de su producción ya se coloca fuera de España, en países como Portugal, Canadá, Holanda, Alemania, Grecia o Hungría. Pero, como quiera que el hábito exportador ha tomado velocidad de crucero, el próximo reto “será aumentar la internacionalización”, destaca el consejero delegado hasta situar más de la mitad de sus productos en otros países. Por lo tanto, a medio plazo el grupo Alaska venderá ya más fuera que dentro de España.

PAÍSES ÁRABES
De hecho acaban de abrir una oficina exportadora en el puerto pontevedrés de Marín para apuntalar las ventas en el exterior, sobre todo ahora que han comenzado a realizar prospecciones en los países árabes, con buenas expectativas. El primer contenedor con pescado congelado para Líbano ha zarpado ya y la etiqueta de los productos de Alaska podría verse pronto en otros países de la zona. Ahora que todo el mundo percibe que la exportación es la salida natural de muchos productos estrangulados por la caída del consumo español, Odilo Rodríguez Codias recuerda que “la necesidad de exportar la teníamos ya hace años, pero como la economía española era estable nos dejamos ir un poco, pero la necesidad siempre existió”.
El grupo Alaska se dedica fundamentalmente a la transformación de pescados y mariscos, un proceso que en ocasiones se hace en otros países (“en Argentina estamos envasando para enviar al Libano”, dice), pero otros artículos se tratan en la planta de San Cibrao en unas gigantescas cámaras a temperatura constante de -20 grados. Hay también empresas que procesan otros alimentos para la compañía ourensana, sobre todo verduras, pero la apuesta de la firma local es “representarnos a nosotros mismos con nuestra propia marca”, como destaca el consejero delegado.
¿Y el futuro? Odilo Rodríguez Codias reconoce que los proyectos siempre bullen por su cabeza, pero pondera los riesgos en un escenario tan complejo como el actual. Sopesa que las ideas en estos tiempos “hay que llevarlas a cabo muy lentamente para no fracasar”. Pero, a renglón seguido ya se lanza a por el próximo envite, que consistirá en “poner en el mercado nuevos productos en los años venideros y ampliar la línea de envasado”. n

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