EN OURENSE

Prohibir el botellón o multas a padres, objetivos de la futura Ley del alcohol

El gobierno de la ciudad estudiará la propuesta de los placeros de cerrar la Alameda en horario nocturno para protegerla

La prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública o la posibilidad de sancionar a los padres de menores que practiquen el botellón figuran entre los objetivos que se quieren conseguir con la futura Ley contra el consumo de alcohol en menores, cuyas bases se recogen un informe validado la semana pasada en el Senado y a la espera de su aprobación por la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas.

La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, desveló que la intención del Gobierno central es tener listo el proyecto de ley durante este año para llevarlo al Congreso y se mostró "convencidísima" de que la norma se aprobará con un "gran consenso social" y con el apoyo de Comunidades Autónomas, industria y ayuntamientos, que como en el caso de Ourense conviven con el problema de la proliferación del botellón y sus efectos en lugares como la Alameda, escenario frecuente de actos vandálicos.

Precisamente sobre esto se pronunciaron esta semana desde la asociación de comerciantes de la Plaza de Abastos, que trasladó al Concello por registro una propuesta para cerrar la Alameda durante las noches para protegerla y evitar que sea tomada por el botellón, al estilo de lo que sucede desde hace años en Santiago, que expulsó a los jóvenes de su Alameda y erradicó prácticamente en su totalidad el botellón al aire libre.

El gobierno local eludió valorar el contenido de la propuesta registrada por los placeros, pero sí se comprometieron a estudiar esta posibilidad y remitir una respuesta a la asociación presidida por Emilio González, preocupada también por los efectos sobre el recinto provisional en el que se ubicarán los próximos años durante la reforma integral de la Plaza de Abastos.


Informe


El informe que establece las bases de la futura Ley contra el consumo de alcohol en menores, profundiza en la posibilidad de sancionar a padres de menores, señalando que en caso de reincidencia grave, si se demuestra una actitud negligente de los progenitores, se aplicaría la normativa existente en el ordenamiento jurídico para la protección del menor.

Asimismo, además de prohibir el consumo de alcohol al aire libre, salvo terrazas y zonas autorizadas, se busca prestar especial atención a la dispensación y venta de alcohol en fiestas tradicionales o eventos multitudinarios, endurecer las medidas, llegando incluso a la clausura, de establecimientos que permitan a menores acceder al alcohol.

También se propone revisar los impuestos especiales de las bebidas y establecerlos en relación a la cantidad de alcohol puro o establecer regulación de horarios de venta en establecimientos donde no se pueda consumir de forma inmediata. Además, como ya ocurre con el tabaco, se plantea incluir en el etiquetado una advertencia sanitaria sobre los daños y riesgos para la salud.

La publicidad, promoción y patrocinio en vía pública del alcohol, especialmente en lugares por los que los menores puedan estar frecuentemente como centros educativos o sanitarios o durante espectáculos como películas o teatro, también se quiere regular en la legislación.


Ordenanza


La mayoría de estos objetivos se quieren recoger en la ordenanza que está preparado el gobierno municipal de Ourense para controlar y erradicar el botellón, en estos momentos en fase de consulta pública para que los ciudadanos puedan realizar sus aportaciones y estudiar su posible incorporación al texto.

La Concejalía de Sanidade, dirigida por Sofía Godoy, quiere tramitar cuanto antes la ordenanza, por lo que en unos días se comenzarán a estudiar las opiniones vecinales para culminar el borrador que se entregará a la oposición para la negociación política y poder someterla a consideración del pleno. 


Los psiquiatras urgen la ley para atajar el problema


El presidente de la Sociedad Española Psiquiatría, Julio Bobes, se muestra a favor del informe que establece las bases de la futura Ley contra el consumo de alcohol en menores, ya que considera que "los jóvenes son malos gestores de su salud", por este motivo entiende que son necesarias medidas de protección, información y formación sanitaria para que "aprendan a gestionar" su estado de salud.

"El sistema nervioso, las células neuronales no terminan de madurar entre los 22 y 24 años, por tanto es especialmente arriesgado que no se controle las ingesta de alcohol", explica Bobes, que añade que el consumo abusivo de alcohol puede dañar de manera irreversible el desarrollo del cerebro de los menores de 24 años.

En su opinión, está Ley ayudará a "prevenir la muerte neuronal precoz".

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