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La provincia acentúa sus contrastes tras el 10-N

Ourense. 10/11/2019. Votaciónes en el Ceip Curros Enríquez.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Un ourensano, votando en el colegio de Curros Enríquez, en la ciudad (XESÚS FARIÑAS)
Como en abril, la provincia enseña un sinfín de contrastes tras el recuento de votos. Sostén del bipartidismo, Ourense eleva al PP a la vez que lo hace con el PSOE mientras cuenta con el único concello que resiste a ambos.

Ourense acentúa los contrastes que ya asomaban en las elecciones Generales de 28 de abril. La provincia ha vuelto a ser capaz de convertirse en escenario de récords a nivel estatal tanto para PP como PSOE, que refuerzan su posición hasta acumular el 72,78% de los votos emitidos, casi cinco puntos porcentuales más que hace medio año. Este registro supone el más elevado del bipartidismo en todas las circunscripciones electorales, únicamente situándose también por encima del 70% la vecina provincia de Lugo.

Con esos números, el PP ourensano puede volver a presumir de haberse convertido de nuevo en la candidatura con más porcentaje de voto de toda España, un 39,49%, cifra a la que solo se acercaron los populares en Lugo y el PSOE en Cáceres, Badajoz y Jaén, por encima del 38%. El crecimiento en apoyo electoral, pese a dejarse por el camino un puñado de votos, del partido liderado por Manuel Baltar, que en abril había caído al 34,8%, no esconde sin embargo que el PP sigue por debajo del 40%, que siempre había superado con la actual denominación, con un tope histórico de un 57,1% en el año 2000.

También cayó en sufragios el PSOE, aunque la abstención le permitió aumentar ligeramente el porcentaje de voto hasta el 33,27%, cifra que en la ciudad fue del 37,48%, el registro más alto de cualquier partido en los municipios de más de 100.000 habitantes, aunque sí hubo una capital de provincia con mejor resultado para los socialistas, Soria, donde obtuvieron el 40,54%.


Caso singular


Tras dos elecciones Generales, las de 2016 y abril de 2019, en las que el mapa de Ourense solo tenía los colores de PP y PSOE como fuerzas más votadas en los concellos, el tirón del candidato del BNG, Francisco García, en su villa natal de Allariz, que gobernó casi dos décadas, permitió a los nacionalistas ser la fuerza más votada en la localidad, la única pica distinta que se puso en los 313 ayuntamientos de Galicia, que se repartieron el PP (229), PSOE (83) y BNG (1).

El caso de Allariz es también reseñable ya que se convirtió en el único concello ourensano en el que la suma del bipartidismo se quedó por debajo del 50% de los votos, ya que por detrás del BNG se quedaron el PP, con un 25,2% de los sufragios emitidos, y el PSOE, con un 22,68%, el único caso entre los 92 municipios que los socialistas fueron desbancados de los dos primeros puestos.

Los principales diques del bipartidismo no cambian. En cabeza sigue Quintela de Leirado (93,69%), seguido de Padrenda, Muíños, Beariz y Chandrexa de Queixa, entre el 87 y el 90%.

Beariz ha vuelto a supone el mejor resultado para el PP, al obtener el 79,88% de los votos, situándose también por encima del 70% en Quintela de Leirado y Avión. Su peor registro fue en Entrimo, con un 25,12% de los sufragios.

En la localidad de A Baixa Limia obtuvo el PSOE su segundo mejor dato, con el 55,54%, algo que solo superaron en Calvos de Randín, con el 60,04%. Beariz, por el contrario, fue escenario del peor apoyo a los socialistas, con el 8,48%, única vez que no alcanzaron los dos dígitos.


Vox, tercero en 50 concellos y por encima del 10% en seis


Enntre las formaciones que no consiguieron representación, Ciudadanos vivió, como en el resto de España, una auténtica debacle tras dejarse por el camino desde abril casi 14.500 votos que le hicieron pasar de ser tercera a sexta fuerza, sobresaliendo únicamente en Xunqueira de Espadanedo, con un 11,88% de apoyos, único municipio en el estuvo a rebufo de PP y PSOE.

Parte de su electorado nutrió el ascenso de Vox que, con todo, consiguió un 7,7% de los votos, la mitad del respaldo estatal. La formación de Santiago Abascal consiguió ser tercera fuerza en 50 concellos de la provincia, superando el 10% en seis municipios (Xinzo, O Barco, Barbadás, Vilariño de Conso, Avión y Carballeda de Valdeorras, su mejor dato con un 12,15%).

A ese porcentaje no fue capaz de llegar Galicia En Común-Unidas Podemos, que a diferencia de Vox, que no alcanzó el 8% en la ciudad, se hizo fuerte con un 10,38% de los sufragios, aunque no fue su mejor registro, alcanzado en Ribadavia, un 11,94%. La formación capitaneada por David Bruzos logró ser la tercera más apoyada en 23 municipios, aunque también fue sexta fuerza en cinco, mientras que Vox no bajó de ser quinto, en nueve ocasiones.

Participación baja

Las elecciones del pasado domingo estuvieron condicionadas por la baja participación, al ejercer su derecho al voto el 65,8% del censo, un registro que no era tan bajo desde hace 30 años, cuando en los comicios de 1989 solo participaron el 56,25%.

De esta manera, Ourense pasó de una abstención en abril de solo 26,2% a una del 34,2%, superior también a la de 2016 tras la primera repetición electoral, del 30,3%. 

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