Incendios en Ourense

Ourense busca respuestas a la eterna encrucijada de los incendios

El Xurés, arrasado por las llamas, esta semana (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera El Xurés, arrasado por las llamas, esta semana (XESÚS FARIÑAS).
La investigación, no solo de los culpables sino de sus motivaciones, un "puntal básico" frente a la desgracia de todos los años

Ourense vive un día de la marmota incendiario. Esta semana volvieron a verse estampas desoladoras, que dejaron un pueblo arrasado en Cualedro, cientos de colmenas arrasadas y espacios tan "senlleiros" como el Xurés o el Macizo Central al desnudo.  Hablan los responsables políticos, agentes forestales y ambientalistas, ingenieros, ganaderos, brigadistas, cazadores o comuneros. 

Off the record, las culpas se reparten. Unos apuntan a lo que denominan "negocio del lume", recordando, sin querer señalar, que "hai quen se lucra". "Hay pirómanos y los que apagan lo que prenden los pirómanos", desliza uno. Otros señalan en algunos lados a colectivos determinados. Pero nadie lo sabe a ciencia cierta. 

Ganadería tocada

Belén López, ganadera de Rebordechao (Vilar de Barrio), vio cómo ardían sus cierres y perdía miles de euros. Asegura que en el pueblo "había un incendio moi pequeno que case se vía apagado" y, al poco tiempo, acabó en "catástrofe". Dice que en la extinción quemaron "o que lles deu a gana" y que denunciará. 

Maribel Fernández, ganadera en Cualedro, vio arder todo alrededor de su granja, encontró un aparato con "luceciñas" en el monte, que creía "que viñera do ceo" y que achaca a intereses en alguien en plantar. Son dos de las caras de la indignación.

Los mismos de siempre

"Es necesario aclarar que una y otra vez las detenciones e investigaciones de incendiarios apuntan a personas del entorno en el que se producen los incendios. Además, actúan de forma intencionada recurrentemente, de ahí que los podamos definir como delincuentes habituales", señala Tomás Fernández-Couto, director xeral de Defensa do Monte. La mayor parte se producen en terrenos desarbolados, cubiertos de matorral: "Son incendios recurrentes provocados en días previos al anuncio de llegada de lluvias después de un periodo seco". Esa es una de las líneas de investigación que trabajan. Cristóbal Medeiros, de la Brigada de refuerzo en incendios forestales (BRIF) de Laza tira en esa línea: "Cando leva un mes sen chover e dan auga aparecen lumes por todos lados". 

También es de destacar que los incendios que llegan de Portugal lo hacen por zonas inaccesibles y entran con virulencia, "en los que solo es posible trabajar con medios aéreos", subraya Fernández-Couto. Como ha pasado en el Xurés.  

Penas duras

El director xeral de Montes deja claro que los delincuentes "pagarán por todos los daños causados", no solo con cárcel, sino con su patrimonio: "Seguimos exigiendo que estos delitos reciben la misma consideración que los de terrorismo". Cree que es un problema "más de orden público que de política forestal", una visión que no comparten ambientalistas como Xosé Santos. 

"Son incendios recurrentes provocados en días previos al anuncio de lluvias tras un periodo seco", dicen en  la Xunta

Inmovilismo

"Non hai vontade política, hai que buscar puntos de encontro, facer unha ordenación forestal como é debido e tamén e buscar ese 0,01% de poboación que está disposta a atentar", dice Santos, que afea a Fernández-Couto que dijera que ya esperaban los fuegos: "Aos forestais non nos chegou ningún aviso". 

Santos insiste en que "seguir facendo o mesmo e esperar resultados diferentes é unha loucura; todo se aposta á extinción, pero fai falla equilibrio". Dice que en los últimos 50 años no cambió el discursco y tiene claro que "Ourense non a prenden os de fóra" y apunta a un "fallo multiorgánico".

Comparte la visión de Domingo Rodríguez, presidente de la comunidad de montes de Río Caldo, donde ese produjo el incendio más potente: "Séguese apostando todo á extinción. Compro o discurso de que son intencionados e que plantan lume nos días complicados. Pero se adicasen parte do que gastan en avións a ter 70-80 persoas aquí todo o ano no monte e ter cortalumes igual cambiaba". 

Este comunero, "desolado", lamenta que en 2018, junto a otras dos comunidades de montes, presentasen un plan de prevención "e nin nos contestaron". Ahora, lamenta que "farán o mesmo de sempre, botar palla sobe o queimado e van volver nacer piñeiros con cero valor comercial. A madeira dos incendios do 2017 saíu a 5 euros a tonelada!". Es claro: "Nós limpamos as beiras das estradas e o plan de prevención, e eles que fixeron? ". 

Fernández-Couto explica que Medio Rural se ha adaptado a la pandemia. "Entre otras cosas, ampliamos el plazo legal para gestionar la biomasa en franjas próximas a viviendas y hemos hecho un esfuerzo adicional en prevención. Pero muchos de estos esfuerzos se ven truncados  por esos momentos de intensa actividad incendiaria simultánea y en condiciones extremas". 

Investigar las causas

Manuel Rojo, presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Ourense, cree que "algo non se está facendo ben". La investigación es básica. "Hai que traballar antes de que pase, saber como actúa esa xente". Lo mismo sostiene Xosé Santos: "Se nun asasinato investiga a Científica por que aquí se deixa pasar? Teñen que investigarse as motivacións, é un puntal básico". 

Rojo ve "curioso" que los detenidos sean mayores: "Hai que preguntarse o motivo, quizais o que queima o fai porque antes non lle limparon algo. Centrámonos en buscar culpables e non nas causas". Teme que "un hábito repetido pode converterse nun sinal de identidade e os incendios non poden ser patrimonio etnográfico". La actividad agraria es "insuficiente" y las masas forestales están "mal conservadas". Por eso, insiste en que "hai que xestionar tanto terreos agrarios como forestais". Rojo incide en que "é moito máis perigoso que ardan as masas forestais, que son máis grandes e que producen lumes virulentos". 

“Anomia institucional"

Santos, también agente forestal, admite que hay porcentaje de personas "asociais", reconoce, pero ese no es el problema: "Aquí non hai máis pirómanos ca en Canadá, o que hai é máis incendiarios". El ambientalista pide una "política forestal consensuada" y acabar con la "anomia institucional". Como ejemplo, señala que el parque natural del Xurés no tiene ni un plan de ordenación de recursos. También recuerda problemas como las pistas abandonadas para acceder a la extinción, que demuestra la  "escasa xestión". 

Fuegos muy virulentos

Los fuegos son cada vez "máis agresivos", resalta Santos, debido al cambio climático pero también al "estrés" de la vegetación al arder ya sobre quemado, que genera incendios explosivos, ya denominados de "sexta generación". 

De ello sabe bien Cristóbal Medeiros, de BRIF Laza. "Prenden en zonas altas de vento dominante. En Cualedro sempre, está todo abandonado e seco, e con condicións extremas fanse incendios moi virulentos como estes días. Aquí queimáronse 2.000 hectáreas case nun día, o que tarda en queimarse nun lume no valle do Jerte (Extremadura) unha semana. Son incendios moi explosivos. Chegamos a Carzoá (Cualedro) e xa estaba todo arrasado e o lume en medio da aldea...". ¿Falta prevención? "Claro que hai que facela, hai que ter limpas parcelas, cortalumes... Nós facémolo todos os anos en Laza, pero sentes impotencia. Limpamos pistas e cando acabamos xa hai que volver empezar. Así non se dá acabado nunca". 

No se atreve a buscar culpables, solo sabe que esto es un "círculo vicioso" que no va a acabar. "Gandeiros, cazadores? Aquí nin iso hai, como van ser eles?", se pregunta. En Monterrei "xa só nacen herbiñas e xestas, parece Andalucía. Só quedan penedas e silvas". No duda en aventurar que en dos o tres años "volverá haber lume".

Cortafuegos, una solución

Antonio Mota, secretario de la Unión de Tecores de Galicia (Unitega), es conocedor del monte como buen cazador. Tampoco es optimista. "Hay que buscar la prevención, cada vez se gasta más en extinción. No creo que la solución sea tener más terreno agrario. Como intención está bien, pero no es efectivo, la sociedad cambió". No sabe qué solución puede ser la mejor. "A lo mejor hay que hablar claramente y es que esto no tiene arreglo". Solo ve posible acabar con el combustible del monte, esa biomasa a la que nadie se atreve a plantar cara. "En Portugal están empezando a hacerlo, hay que hacer cortafuegos dentro del monte, donde arde, atacar el problema. Sabemos que siempre arde en el mismo sitio, pues habrá que actuar". 

Te puede interesar