MEDIO RURAL

La provincia cuenta con 2.500 parcelas en el Banco de Terras

photo_camera Terrenos de A Limia, la comarca líder en el uso del Banco de Terras.

Supone un 20% del total gallego, aunque el escaso tamaño de las propiedades les resta interés

La provincia de Ourense cuenta con un total de 2.597 parcelas en el Banco de Terras de Galicia (Bantegal), un 20% del total de las que cuenta el sistema a nivel gallego, aunque el tamaño medio de las fincas es bastante reducido y la provincia cuenta con 944 hectáreas, apenas un 16% del total de Galicia, al contar con apenas 0,36 hectárea de media. 

El Bantegal fue creado en el año 2008 por el exconselleiro ourensano de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, con el objetivo de impedir que las fincas agrarias quedasen abandonadas. Así, una década después y con un gobierno de distinto color esta herramienta continúa ejerciendo de intermediario entre los propietarios de los terrenos y los arrendatarios. En los últimos meses, la conselleira Ángeles Vázquez está tratando de darle un empuje, con la firma de convenios con los concellos para la cesión de parcelas.

El catálogo de fincas del Bantegal ha ido aumentando progresivamente, desde las poco más de 6.000 parcelas inscritas en un inicio hasta las más de 12.500 en la actualidad. La tipología de las tierras tiene diferentes orígenes: fincas procedentes  de los restos de la concentración parcelaria de hace más de 20 años, de propietarios particulares y las de propietarios desconocidos, gestionadas a raíz de un convenio con el Ministerio de Hacienda. 

Por provincias, el 40% de las parcelas está en A Coruña, mientras Lugo y Ourense poseen el 22% y el 20% de los terrenos, respectivamente, quedando por detrás la provincia de Pontevedra, con cerca del 16% de las mismas. 

A Limia, en cabeza

En cuanto a los concellos, lidera la lista Baltar, con un total de 253 parcelas registradas en esta herramienta, que suman 133,14 hectáreas. El regidor de este municipio, José Antonio Feijóo, recuerda que recientemente "cedéronnos algunhas parcelas, que nos facían moita falta para uso público, especialmente na zona da piscina e na área onde realizamos a festa da patrona". El alcalde cree que gran parte de las parcelas "é posible que sexa de propietarios descoñecidos" y que los datos les animan "a seguir reivindicando máis terreos" para poder ampliar los equipamientos. 

La comarca de A Limia es la más prolífica en cuanto al uso del Bantegal, ya que a la cabeza del ránking se sitúan también Cualedro (239 parcelas), Porqueira (153), Xunqueira de Ambía (147) y Xinzo de Limia (146). En cuanto al tamaño medio de las propiedades, cuestión fundamental a la hora de sacar rentabilidad, los concellos con mayor media por parcela son Vilardevós (1,37 hectáreas) y Sarreaus (0,86). 

Este minifundismo causa que apenas el 30% de las parcelas se alquilen. Los precios varían desde cinco euros al año por una parcela de 1.480 metros cuadrados  para usos forestales en Celanova a los 823 euros en Trasmiras por una finca agrícola de 27.000 m2. 

Una de las beneficiarias, la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), tiene 40 fincas con Bantegal en A Limia. "A idea é moi positiva, sobre todo desde que se pode empregar para fins ambientais", destaca Serafín González, presidente de la SGHN. Gracias a esto, González recuerda que han reconvertido terrenos abandonados en "áreas de conservación de arborado". En este caso, la procedencia de las mismas son terrenos públicos sobrantes de la parcelaria. 

Positiva pero insuficiente

El secretario de ganadería de Unións Agrarias, Javier Iglesias, considera "positiva" la herramienta aunque "por si soa non é a panacea", por lo que cree que necesita incentivos "porque a maior parte das parcelas son pequenas e pouco apetecibles". Así, desde UU.AA. piden "agregar as parcelas para poder alugalas de forma conxunta". 

Además, el Banco de Terras permite la integración de terrenos "en man común". El presidente de la de Río Caldo-Xurés, Domingo Rodríguez, cree que "se tiña que tomar máis en serio", al ser "o único que pode paliar as carencias nos concellos sen concentración parcelaria". Para fomentar el uso, Rodríguez cree necesario "vixilar a obrigatoriedade de limpar os terreos", ya que así "a xente estará máis aberta a poñer as súas terras á disposición de outras persoas".

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