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La provincia lucha por contener las zonas de "emergencia demográfica"

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La falta de población deja a más de una veintena de concellos con la necesidad urgente de medidas para revertir la situación

La provincia de Ourense se erige como un laboratorio perfecto para relanzar una demografía en tendencia descendente. Es una evidencia que el territorio ourensano es un paraje excepcional para implantar medidas de combate contra uno de los males que asolan a gran parte del interior español. Desde la Unión Europea, los grupos de trabajo ven fundamental dejar atrás la tradicional división por provincias e ir más allá dentro de cada una de ellas, y ver cuáles son los ayuntamientos de "prioridad demográfica".

El mapa de la provincia dibuja, según los criterios establecidos por la Federación Española de Municipios y Provincias, una amplia superficie víctima del abandono y que lucha por sobrevivir. Se configuran, a ojos de los expertos, unos espacios perfectamente válidos para apostar por revitalizar el rural. Y, como se ha venido reclamando durante las últimas semanas, ha de hacerse antes de que sea demasiado tarde.

La lucha por llegar a tiempo parece más necesaria que nunca. Un vistazo rápido al retroceso poblacional de los últimos 20 años invita al pesimismo. Si en la actualidad hay 24 concellos, una cuarta parte del total de la provincia, que ya se encuentra dentro de los parámetros de peligro de extinción, hay muchos más en el borde de caer en ese terrible listado.

En las últimas dos décadas, municipios como Beariz, Xunqueira de Espadanedo, Montederramo, Vilar de Santos, Calvos de Randín, Baltar, Porqueira, Lobeira, Quintela de Leirado, Gomesende, O Bolo, A Veiga, Petín, Manzaneda o San Xoán de Río han caído por debajo del millar de habitantes, y se sitúan en lo que los técnicos de la Femp califican como "riesgo moderado" de desaparición.

Pero estas nuevas "incorporaciones" a tan dramática lista hay que sumar los que ya se habían acostumbrado a vivir en ella. En este caso, tenemos a Pontedeva, Vilariño de Conso, Parada de Sil o Punxín, todos también incluidos en ese apartado de "moderado" riesgo de extinción.

Peor cara todavía tienen municipios como Beade, Chandrexa de Queixa, A Teixeira o Larouco, ya que todos ellos pasaron en esos 20 años a engrosar en la lista de concellos con riesgo "alto" de acabar siendo un simple recuerdo de la historia.

Revertir la escasez de viviendas en buen estado, ofrecer una decente cartera de servicios, y establecer un sistema de comunicaciones óptimo son algunas de las necesidades básicos comunes. La estrategia que establece la Femp y organizaciones como la SSSP, la red de áreas escasamente pobladas del sur de Europa, gira sobre ejes básicos.


1 - Medidas institucionales


La elaboración de un "mapa de las zonas de prioridad demográfica", al estilo del que publica hoy este periódico es uno de los objetivos a poner en marcha de forma urgente.

Se apunta como "necesidad" el trascender de las provincias y atacar el problema en los ayuntamientos más afectados; y reforzar el papel de unas diputaciones que, en coordinación con las comunidades autónomas, creen verdaderas auténticas agencias de desarrollo zonal, como escala esencial para la puesta en marcha de políticas activas, al estilo de lo que se hace en lugares como las islas Hébridas escocesas.


2 - Economía


La estrategia en estos lugares más afectados ha de pasar, según los criterios de estos entes, por establece bonificaciones o deducciones en impuestos y subvenciones a la contratación en los núcleos más afectados, al estilo de la red doing business", a la que se ha sumado ya cerca de una veintena de concellos ourensanos. Y también, se exige un asesoramiento técnicos para favorecer el relevo generacionales en las explotaciones agropecuarias. Este es un punto clave, ya que en Ourense, en 20 años, se pasó de tener más de 86.000 explotaciones agrícolas registradas, a apenas poco más de 11.000. En este punto, aparecen como claves la apuesta por la cotitularidad de las explotaciones agrarias y el aumento de ayudas y créditos blandos.


3 - Infraestructuras, servicios y vivienda


Es otro de los puntos fundamentales. Lo decía ante este periódico el alcalde de Viana, Secundino Fernández, al situar la apuesta por los servicios como "eixo para fixar e atraer poboación". Ya no basta con las medidas de natalidad, como bien explicó recientemente el alcalde de Castrelo de Miño, Xurxo Rodríguez, que apuesta por atraer nuevos vecinos, ya que la natalidad "va a tener un resultado a muy largo plazo y cuando sean efectivas quizás ya sea demasiado tarde".

Ante esto se piden "servicios públicos garantizados", sanidad y educación "prioritarios" y buena cobertura y accesibilidad a las tecnologías, las llamadas "autopistas del siglo XXI". Por eso, se apuesta por que todos los concellos tengan banda ancha de 30 megas en 2020. En cuanto a las comunicaciones por carretera, la necesidad pasa por elaborar "mapas de distancias" respecto a los servicios.

Ya en cuanto a vivienda, uno de los déficits más importantes, como señalaba la alcaldesa de Parada de Sil, Yolanda Jácome, hace falta apostar por "rehabilitar y crear bolsas de viviendas estableciendo, claro está, estas zonas de "prioridad demográfica". 

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