MEDIO AMBIENTE

La provincia tiene el 68% de las parroquias con más incendios

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photo_camera Equipos de extinción, en un incendio en Vilamarín, en 2017.

Aumentan en cinco los núcleos que pasan a formar parte del listado con mayor actividad incendiaria 

Las parroquias de alta actividad incendiaria (PAAI) crecen en la provincia de Ourense este año, al añadirse cinco más al listado de alerta máxima en relación a la campaña de incendios del pasado año. El Plan de Defensa e Prevención e Incendios Forestais (Pladiga) de 2018 aprobado ayer por el Consello da Xunta fija la provincia de Ourense como el punto de máxima concentración para evitar los fuegos.

Un total de 52 parroquias ourensanas de 28 concellos están consideradas de alta actividad incendiaria, una cifra que el año pasado era de 47. Así, Ourense acapara el 68% de todas las parroquias situadas en alerta máxima, cuando el año pasado suponían el 63% del total. El distrito más afectado, con 22 parroquias PAAI, es del de Verín-Viana, mientras que el que menos núcleos en alto riesgo atesora es el de Miño-A Arnoia (4).

Las parroquias de Cudeiro (Ourense), Cernado (Manzaneda) y Lucenza (Cualedro) dejan de estar consideradas en 2018 PAAI. Sin embargo, entran en el listado Castro de Escuadro (Maceda), Vilamarín, Padrenda, Requeixo (Chandrexa), San Mamede de Trives (A Pobra de Trives), Tabazoa de Umoso ( Viana), Prado de Limia y Requiás (Muíños) y San Paio de Araúxo (Lobios).

La zonificación de la provincia sigue distribuyéndose en cinco distritos, inalterables desde el año pasado. Los medios de extinción que se prevén son los mismos que contenía el Pladiga del año pasado, es decir, un total de 1.670 personas forman la relación de puestos, de los cuales 729 los aportan los concellos, los Grupos de Emerxencias Supramunicipais (GES) o los parques de bomberos. No se cambia la estructura de atomización en la contratación, algo criticado por el sector, pero sí se ampliará hasta octubre la contratación temporal.


Más cámaras y menos torres


Lo que se reduce respecto al año pasado es el número de puntos de vigilancia fija. Para este 2018, se contemplan un total de 12 torres de vigilancia, mientras que el año pasado era 21 los puntos de vigilancia fija asignado. Eso se compensa con una de las grandes novedades de esta campaña, que es la puesta en funcionamiento de 13 cámaras de vigilancia en los puntos más calientes. 


La oposición critica que las cámaras sustituyan a puntos de vigilancia


La publicación del Pladiga llega este año antes que el año pasado, cuando lo hizo a finales de junio. Esta situación no sirve a los diputados ourensanos de la oposición para esquivar las críticas con un plan al que ven un  "copia y pega" del presentando el curso anterior. "O plan segue a ser o mesmo. Non se ve nada das medidas máxicas de Feijóo. O persoal segue a ser o mesmo pero continúa a atomización do servizo", dice Davide Rodríguez, de En Marea. La instalación de 13 cámaras de vigilancia "está ben, pero non pode ser a costa das casetas fixas", añade. En la misma línea se pronuncia Noa Presas, del BNG: "Os dispositivos móbiles de vixilancia non se suplen con cámaras". Para Presas, es una  "oportunidade perdida" y destaca que le Pladiga "chega tarde", al entender que debería estar operativo ya en época de prevención. 


En Marea y BNG rechazan la creación de una base de la UME en la provincia


El PP llevará al pleno de la Diputación la petición de crear una base de la unidad militar de emergencias (UME) en la provincia, una idea que partió de la propuesta inicial del PSOE. Sin embargo, los grupos más a la izquierda la rechazan. Desde en Marea, Davide Rodríguez se muestra "en contra", porque "non están cualificados" y lo considera un "intrusismo laboral". Además, incide en que con el gasto de la UME "teríamos 22 unidades de vixilancia máis". Noa Presas, del BNG, lo ve un "globo sonda" y señala que hacen falta "instrumentos económicos para os concellos". 

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