El grueso de las inversiones planificadas por la administración autonómica se ha centrado en materia sanitaria.
Varios de los proyectos que ha asumido en los últimos años la Xunta para la provincia de Ourense se han visto condenados a retrasos en sus plazos o directamente al olvido, con el consiguiente perjuicio para los vecinos y el déficit con el que siguen operando varios servicios.
El grueso de las inversiones planificadas por la administración autonómica se ha centrado en materia sanitaria. El Plan Director del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), presentado en 2001 pero sin culminarse todavía, ha recibido una consignación hasta la actualidad de más de 133 millones para ampliar la capacidad del equipamiento, construyéndose la pasada década el edificio quirúrgico y en la actual, inaugurado hace dos meses, el nuevo bloque de hospitalización.
Sin embargo, las fechas planificadas para su puesta en marcha se han ido cambiando conforme avanzaba la ejecución, llegando incluso a plantearse la posibilidad de perder los fondos aportados por la Unión Europea.
En lo que respecta a algunos servicios sanitarios, uno de los principales focos de polémica ha sido la situación de la cirugía pediátrica, sin los profesionales suficientes para garantizar la atención a los niños de la provincia, que en ocasiones han tenido que trasladarse a Vigo para ser atendidos.
Por otro lado, pese a las repetidas demandas para la construcción de nuevos centros de salud, muchos concellos siguen esperando por nuevos equipamientos. En la ciudad, se puso en marcha en O Couto, pero las peticiones para mejorar la red con nuevas instalaciones en O Vinteún y Mariñamansa siguen sin tener luz verde.
Fuera de la capital, en Ribadavia esperan por una mejora en unas instalaciones obsoletas, mientras que Pereiro de Aguiar tiene pendiente desde hace años un ambulatorio.
Uno de los que sí se ha puesto en marcha es en Barbadás, municipio en el que, no obstante, siguen sin contar con un instituto de secundaria, pese a ser uno de los municipios gallegos más joven y dinámico. Entre 2009 y 2012, se consignaron en los presupuestos autonómicos 350.000 euros, pero no se ha movido ni una piedra.
En el ámbito social, las movilizaciones llevaron al Gobierno gallego a comprometer la construcción de un centro de atención a personas adultas con discapacidad, un servicio con el que cuentan las otras tres provincias gallegas. Sin embargo, discrepancias de la plataforma que ha liderado las movilizaciones con el proyecto redactado por la Xunta frenaron su tramitación, por lo que no se podrá iniciar la construcción en 2018 al contar con una partida en el presupuesto de apenas 300.000 euros.
Expectación
En la última campaña de las elecciones al Parlamento gallego, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, prometía, entre otras cosas, la construcción del primer hotel balneario de Ourense o un parque acuático en el complejo de Monterrei. Ambas actuaciones no han contado con ninguna partida específica en los dos presupuestos elaborados en la actual legislatura por la Consellería de Facenda.
Sí constan fondos para la terminal de autobuses y el aparcamiento de la futura estación intermodal, cuya ejecución debe comenzar en 2018 para estar lista a finales de la década.
