Los socialistas ourensanos han visto como su ruptura en dos sectores antagónicos se reflejaba en los resultados de las primarias del sábado, detallada por comarcas y agrupaciones; una situación incierta sin visos de solución
Xaquín Fernández Leiceaga (Noia, 1961) ganó las primarias del PSdeG y será el candidato a la presidencia de la Xunta, con el apoyo de todas las facciones socialistas, porque ahora lo que toca, coinciden quienes le votaron y los que no, es "unidad" para convertir al aspirante en una alternativa de gobierno a Feijóo. Hasta ahí la opinión "oficial" de todos; la real, mucho más compleja, mantiene al partido dividido en la provincia, sin un liderazgo que unifique e inmerso en una crisis que no es nueva, pero que acrecentará el conflicto a medida que se acerquen los congresos autonómico y provincial -para después del verano- y las elecciones gallegas.
Porque los resultados de las primarias del pasado sábado reflejaron simplemente la ya tradicional división existente entre la militancia y los cargos próximos a la actual dirección provincial, afines al exsecretario xeral Pachi Vázquez, y los críticos con la gestión política de aquéllos, los que quieren un recambio para Raúl Fernández (secretario provincial) y María Quintas (responsable de Organización), quizás a través de un nombre todavía oficioso, el exalcalde de Ribadavia Marcos Blanco. Los resultados electorales de las agrupaciones no dejan lugar a dudas. En la ciudad, más dividida que nunca, Méndez Romeu consiguió una decena de apoyos menos que avales en esta circunscripción, pero Leiceaga consolidó su triunfo no por mérito propio, sino gracias al apoyo de los militantes que habían avalado a Gonzalo Caballero, el tercer aspirante inicial a primarias, que unió sus apoyos a los del noiés para sacar ventaja al competidor. Hasta ahí llega el equilibrio de fuerzas en la capital.
En la provincia, los datos hablan por sí solos. Ribeiro y Valdeorras, con cargos críticos a la dirección actual, se volcaron con el ganador; donde tiene control aquélla, con Méndez Romeu. Nada ha cambiado, pues, en la estadística. Sí crece el malestar hacia la gestión de unos y otros.
Por ello, llega el momento de la actitud expectante hacia las citas que están por llegar. Importa si Romeu se mantiene de portavoz parlamentario o no (con toda probabilidad esto último) y las elecciones generales; pero, sobre todo, interesa el congreso autonómico que elegirá al titular de la secretaría xeral, y ahí puede volver a reproducirse la vieja inquina que se mostró el sábado. Parte del partido, el más afín a Pachi Vázquez, está inicialmente de acuerdo en promover a Carmela Silva a la secretaría gallega, pero cuentan también con que los afines a Gómez Besteiro y Cancela presenten su propio candidato. Y en medio, el proceso de elaboración de las listas para las autonómicas, que puede ser traumático. La guinda en Ourense llegará con el congreso provincial, ya hacia finales de año, convención difícil si no se manejan con inteligencia los "encuentros" anteriores.
Pero eso llegará al final. Ahora hay un principio, el liderazgo de Leiceaga para presidir la Xunta, que no el PSdeG, de momento al menos. Y los líderes consultados vuelven a cerrar filas. Raúl Fernández, el secretario provincial, asegura que todo el partido está con el ganador, "e punto". Él mismo, señala, comunicó personalmente el apoyo ourensano al candidato socialista a la Xunta y se puso a su disposición. Y niega que el partido esté "roto": "Había dúas opcións e gañou unha, nada máis".
Alfredo García, alcalde de O Barco, dice tenerlo claro: "Las primarias eran para elegir candidato, los militantes votaron por Leiceaga y, a partir de ahí, estoy seguro de que todos nos pondremos a su disposición". "Ahora no toca abordar las circunstancias internas -recalca-; hay que mostrar una alternativa al PP, ser coherentes y decir lo mismo en todas las circunstancias".
María Quintas, secretaria de Organización en Ourense, recuerda que el conjunto de la provincia votó mayoritariamente a Méndez Romeu, pero el resultado por agrupaciones ha de ser analizado ahora. A eso se dedicará, compaginando esa reflexión con su labor de diputada autonómica y preparando las elecciones generales.
