La puntilla para los fotógrafos

El día 2 de junio se entregó en comisaría el primer ejemplar del nuevo “DNI europeo”. Entre sus novedades más importantes están la inclusión de un microchip y su bilingüismo (en castellano e inglés, pese al Brexit). No cambian sus proporciones, correspondiéndose con el rectángulo áureo que ya fascinó a los antiguos griegos. Por el momento, la mayor consecuencia de esta decisión es la que se deriva de la nueva expedición automática, obteniéndose las imágenes ya en comisaría, lo cual termina con el uso de fotografías en papel. Esto podría abocar al cierre a miles de negocios, un centenar de ellos en la provincia de Ourense, ya que se estima que las fotografías para el carné de identidad suponen en torno a un cuarto de su facturación. Más de 100 años de historia Los hermanos José Luis y Gonzalo Dacal representan a la cuarta generación de fotógrafos de Foto Dacal, estudio de la calle San Roque (Xinzo de Limia). Sus más de 100 años de historia dieron comienzo cuando su bisabuelo trajo una cámara de Cuba, y llegaron a revelar 5.000 fotos diarias. Ahora temen que esta larga trayectoria llegue a su fin. “Lo que más trabajamos son las fotos de carnet de identidad. Ya nos habían sacado las del carnet de conducir hace cinco años. Esto va a suponer miles de euros de pérdidas. Tengo más de 60 años y no me queda casi nada para jubilarme, pero quizás tengamos que cerrar antes. Porque a los fotógrafos no nos van a hacer caso. Somos cuatro gatos y no tenemos ni voz ni voto”, lamenta José Luis Dacal. La mala noticia se suma a una larga lista de dificultades que han complicado la viabilidad del sector, como la escasez de celebraciones, más allá de la pandemia. “Vas a los pueblos y ya casi no hay niños. De 300 comuniones que se hacían al año, ahora son 15. Y estas celebraciones duran un par de meses, ¿qué haces el resto del año?”, se pregunta Dacal. Otra piedra en su zapato, el intrusismo laboral: “Hay gente que está cobrando una pensión no contributiva y los fines de semana se dedica a reportajes tirados de precio”. Recogida de firmas Schreck Fotógrafos también cuenta con una larga tradición, tras la llegada de Ernesto Schreck Schültz a la ciudad de Ourense en el año 1922 procedente de un pequeño pueblo alemán a orillas del río Oder tras la Primera Guerra Mundial. En la actualidad está al cargo Ernesto Schreck, tercera generación de la familia. Recuerda cuando enviaron una carta al Defensor del pueblo para recuperar las fotografías del carnet de conducir. “Meses después nos contestó muy amablemente que la cosa seguiría como está”, rememora. En este caso, tampoco tiene grandes esperanzas: “Estamos recogiendo firmas y el PP presentó una moción pero no creo que se consiga nada. Esto es un cúmulo de despropósitos. A perro flaco, todo son pulgas. Decidieron unilateralmente lo que les dio la gana. En otros países, como Alemania, el DNI es digital y los fotógrafos envían los retratos mediante un enlace”, compara. Fuente de ingresos Villar Foto es otro veterano estudio fotográfico de la ciudad. Ha retratado la vida social de los ourensanos a lo largo de tres generaciones desde su fundación en 1930. En la actualidad se encuentra al frente Belén Villar. “No era muchísimo dinero el que sacábamos con unos carnets, pero es un ingreso que se mantiene durante todo el año, no como las bodas y comuniones. Esto es una faena”, reconoce. “Si ahora la Policía va a hacer las fotos, ¿voy yo a perseguir a los delincuentes? No puedo hacer su trabajo, pero ellos pueden hacer el mío. Y con un 21% de IVA, como un artículo de lujo. Hay días que solo haces carnets, si nos quitan esto….”, lamenta Villar. El DNI europeo, que también ha suscitado las críticas del sector en el resto del territorio nacional, ya es una realidad en Ourense. Se comenzó a expedir en la comisaría de la Policía Nacional el 5 de julio.