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Quebrantahuesos ourensano: un fraude científico destapado

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photo_camera El quebrantahuesos, en una imagen de Seo Birdlife.

Un naturalista desmonta a otro: Abilio Reig, de la Universidad de Alicante, sostiene con pruebas que el ferrolano Víctor Seoane fabricó un embuste y que nunca vio este ave sobrevolar la provincia en 1858

Soberbio, narcisista, ambicioso, acaparador, envidioso, rencoroso, oportunista, deshonesto, vanidoso y paranoico. Son adjetivos de la vida y obra del naturalista Víctor Seoane (Ferrol, 1832-A Coruña, 1900) que Abilio Reig-Ferrer, profesor de la Universidad de Alicante, repite en un artículo científico reciente dedicado a desmentir al gallego. El centro de la investigación: un supuesto avistamiento de un quebrantahuesos que Seoane registra el 25 de julio de 1858 en las montañas ourensanas y que se ha tomado como referencia una y otra vez en diversos documentos. Una "fake new" histórica que Reig-Ferrer denomina "fabricación", una de las formas más graves de fraude científico.

La Sociedad Española de Ornitología define el quebrantahuesos como un "ave inconfundible y de gran tamaño, que puede sobrepasar los 2,80 metros de envergadura, lo que lo convierte en una de las rapaces más grandes de la fauna europea. Se caracterizan por presentar las plumas de la cabeza blanquecinas formando una especie de corona desflecada en la zona de la nuca. En la cara llama poderosamente la atención una banda oscura, a modo de antifaz". Un espectáculo de la naturaleza en los Pirineos, muy improbable en Ourense.

Soy consciente de que acusar a alguien de estafador es el principal demérito que puede recaer sobre un naturalista o científico", explica Reig-Ferrer. "El naturalista gallego Víctor López Seoane fabricó en el año 1894 los datos de un inexistente quebrantahuesos gallego. Seoane nunca observó ningún quebrantahuesos en tierras gallegas, ni tampoco tuvo ninguno en sus colecciones. Es un capítulo más en la orquestación del gran fraude que perpetró Seoane en diversos aspectos de su vida y obra", sostiene el investigador alicantino.

En el artículo "Acerca de la presencia histórica del quebrantahuesos en Galicia: mito, realidad o fraude ornitológico", Abilio Reig-Ferrer describe las pruebas que desmentirían al naturalista.

El "Catálogo de las aves observadas en España", manuscrito ornitológico conservado en el Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses y elaborado por Seoane a partir de 1857 es una copia del catálogo de aves del Doctor Alfredo Brehm, en donde recoge datos sobre aves capturaras entre 1857 y 1899. En este documento, aparecen referencias a tres pieles del quebrantahuesos que proceden de la información de Brehm. Un ejemplar en Sierra Nevada y otro en Játiva están copiadas del catálogo de Brehm. Pero la tercera, supuestamente en Ourense, tiene otra letra diferente. La de Seoane. Él se delata. Reig-Ferrer apunta a que esta tipografía de Seoane coincide con manuscritos suyos de 1890. Concluye que el embuste lo fabricó en el 1894 a partir de una referencia de Jerónimo Macho Velado un año antes, a la presencia de una piel de este ave en la colección ornitológica de la Universidad de Santiago.

Que en 1858 enviase documentos a colegas de profesión de otros avistamientos y no mencionase este tan singular refuta la teoría. Sus desencuentros con otros científicos y sus alardes de grandeza son, para el que desenmascara al científicos, determinantes.

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