El giro que pretende realizar el Concello de Ourense en materia de movilidad (reducir la velocidad, peatonalizaciones, más seguridad viaria) precisará un cambio radical en los hábitos de los ciudadanos que cada día se mueven por el término municipal, como queda reflejado en el diagnóstico recogido en el Plan de Movilidad Urbana Sustentable (PMUS), en el que queda patente la dependencia del vehículo privado en el día a día de muchos ourensanos, pero también cómo lo utilizan.
Así, según los datos manejados por la consultora Urba+, cada jornada laborable se producen de media unos 282.500 viajes motorizados, de los que el 66% son entre puntos dentro del municipio. Aunque la Policía Local no dispone de aforos actualizados para medir el tráfico por zonas, el equipo redactor del plan pidió al Concello la realización de una serie de mediciones en las 15 arterias principales de la ciudad, que absorben casi el 53% de los desplazamientos, con 147.546 vehículos diarios.
Las cifras más significativas se dan en la avenida Pardo de Cela como vía de acceso, con 18.265 viajes, el Puente Nuevo en dirección a la avenida de Marín (17.692) y la rúa Progreso, entre la Alameda y Alférez Provisional (15.252). Están por encima de los 10.000 viajes diarios Progreso entre Concepción Arenal y Alférez Provisional, la rúa Coruña y la avenida Marcelo Macías.
Condicionantes
Cerca de la mitad (un 48,1%) de los desplazamientos por Ourense se realizan en vehículo privado, con la mayoría respondiendo a motivos laborales. El principal argumento de los conductores, según las encuestas realizadas "es la rapidez frente a otras alternativas" como el transporte público o la bicicleta.
Todo pese a que los usuarios consultados consideran que no resulta nada fácil acceder al centro urbano en día laborable, viéndolo sencillo y cómodo apenas el 16% de los encuestados, cifra que contrasta con el 47% que lo ve difícil o muy difícil. Además, es mayoritaria la sensación de estar en atascos.
"Gran parte de los desplazamientos podrían realizarse a pie o en autobús urbano si las condiciones fueran adecuadas", recoge en su diagnóstico el PMUS, en el que se pone de relieve también un factor como es el hecho de que en el 40% de los coches que se mueven por Ourense va solo el conductor.
El estudio es contundente al referirse al actual estado del autobús urbano, "un servicio desactualizado en cuanto a la planificación de las líneas, horarios y coberturas, con deficiencias relativas a la señalización, espacios en paradas o marquesinas". Asimismo, el transporte público también se ve penalizado "por las numerosas ilegalidades" de otros conductores.
En lo que respecta a la movilidad en bicicleta, "este medio se asocia a los desplazamientos de ocio y no como modo de transporte", censurándose en el PMUS "que no exista una infraestructura específica y haya un sistema de préstamo no eficiente que no ayuda a incentivar el uso".
Mientras, el proceso participativo ha puesto también de manifiesto que el 38% de los encuestados están disconformes con los itinerarios peatonales, especialmente con el estado de las aceras –tanto por su tamaño como por su mantenimiento– o la cadencia semafórica. Elevadas velocidad o mala ubicación, problemas de los pasos de cebra. La segunda peatonalización requerirá, por tanto, un esfuerzo mayúsculo.
